La normativa permite que medicamentos de venta libre sean exhibidos en góndolas de farmacias y comercializados en kioscos y supermercados, lo que pone en riesgo la supervisión profesional del uso de estos productos.

Consultamos con el farmacéutico José Lescano expresó: “El medicamento no es un tornillo, no es un clavo, es salud. Esta medida desvaloriza el rol del farmacéutico y fomenta la automedicación irresponsable, lo que puede tener consecuencias graves para la población”.
El decreto flexibiliza aspectos de la ley nacional de ejercicio profesional farmacéutico (Ley 17.565) y busca considerar a los medicamentos como bienes de consumo masivo. Sin embargo, Lescano advirtió: “Veía unas estadísticas y el 18% de las consultas a nivel nacional corresponden al mal uso de analgésicos. Esto, además de dañar órganos como el riñón, fomenta un uso masivo sin supervisión”.
La normativa también impacta en el acceso de los jubilados a descuentos de medicamentos incluidos en el vademécum de PAMI. Según Lescano, “muchos medicamentos dejan de ser de venta bajo receta y pierden los beneficios que tenían para los sectores más vulnerables”.
Desde el Colegio Farmacéutico de Catamarca y entidades nacionales, como la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), se han emitido comunicados alertando a la población. Lescano destacó que Catamarca tiene una ley provincial que regula el ejercicio farmacéutico.
La medida, que podría beneficiar a grandes cadenas farmacéuticas, ha sido comparada con iniciativas similares de fines de los 90, que fueron revertidas tras fuerte resistencia. Mientras tanto, el sector farmacéutico sigue en estado de alerta, considerando que esta desregulación prioriza intereses económicos sobre la salud pública.

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