El equipo económico que dirige Luis Caputo está muy atento al frente externo. En septiembre, comenzará la temporada de más alta demanda de dólares para la importación y llega justo con un escenario inesperado, que es la caída del precio de la soja, que va restando recursos vitales para mantener equilibrado el tipo de cambio.

Aunque el Gobierno preveía una caída del ingreso de dólares para el tercer trimestre del año, con una recuperación hacia el final, la realidad es que no estaba previsto que el valor del principal producto de exportación actualmente se ubique levemente por encima del precio que enfrentó el gobierno de Fernando De la Rúa, que precipitó la crisis de la convertibilidad.

Septiembre, mes clave para Luis Caputo y las reservas

No hay mucho para hacer ante esa eventualidad. Entre los analistas de los mercados, se prevé que el Gobierno mantendrá las actuales condiciones del cepo, e incluso, las podría reforzar, sobre todo ante un par de medidas que ha tomado en las últimas semanas que van en contra de sus propios intereses.

El jefe de Research del Romano Group, Salvador Vitelli, señaló que "la caída de precio de la soja significa el ingreso de u$s7.700 millones menos, que si se hubiera mantenido el precio desde que inició la gestión de Javier Milei".

En tanto, la sociedad de bolsa, Portfolio Personal, menciona que en la cosecha gruesa del año que viene se podría "estar teniendo alrededor de u$s5.000 millones menos de entrada de divisas del agro".

Además de ello, los términos de intercambio de la Argentina, que mide poder de compra de la oferta exportable en función de sus compras, se desploma este año, lo que indica que para traer los mismos bienes se requieren más divisas. En el último trimestre del 2023, la relación entre el valor de las exportaciones y las importaciones era de u$s1 a u$s1,41, y ahora es u$s1 a $1,31, destaca Vitelli.

En septiembre, aparecen algunas novedades impulsadas por el propio Gobierno que complican algo más la oferta. Por un lado, aparece el cambio del régimen para el pago de las importaciones, que pasó de cuatro cuotas de 25% a dos de 50%. El mes que está por comenzar, la demanda de dólares para comprar bienes e insumos del exterior se va a ubicar en el 125% de lo normal. Vencen cuotas del anterior régimen con la primera del nuevo.

En otras palabras, el Banco Central tendrá que enfrentar una demanda estimada en 25 puntos superior a lo que es el régimen mensual normal. Se estima que, con la economía deprimida, las importaciones demandan unos u$s4.000 millones, de manera que en septiembre es probable que la demanda se incremente en otros u$s1.000 millones.

En ese contexto, Luis Caputo tratará de conseguir dólares prestados para mantener el nivel de reservas. Este año, logró acumular unos u$s7.000 millones hasta julio. Luego de ello, el ingreso de reservas fue en cuentagotas. Es vital el programado viaje a Arabia Saudita, porque si el titular del Palacio de Hacienda no consigue divisas frescas tendrá que ir sacando de las pocas que pudo juntar hasta ahora, pero con un riesgo. Para la última revisión del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tenía que presentar un acumulado en 2024 de u$s8.000 millones, estaba solo a u$s1.000.

Por otro lado, el Gobierno cumplirá con su promesa de reducir el Impuesto PAIS del 17,5% a 7,5%, de manera que las importaciones se abaratarán, lo que puede incrementar la demanda de billetes.

¿Vaca Muerta permitirá el ingreso de dólares?

El Gobierno apuesta a otro recurso. Es que este año se reactivó la producción y exportación de energía de Vaca Muerta, con lo cual el gasto en barcos gasíferos fue inferior. De hecho, ocurrió algo raro y es que en 2024 la balanza energética fue superavitaria en invierno en u$s214 millones. Las importaciones se redujeron a solo u$s650 millones, este invierno.

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