A 48 años de golpe genocida que dio inicio a la última dictadura cívico-militar, este domingo las plazas de todo el país se volverán a llenar con miles de personas que se movilizarán en defensa de la Memoria, la Verdad y la Justicia, una bandera que hoy está bajo ataque.
A 40 años del regreso de la democracia, la movilización de cada aniversario del golpe sigue siendo la más convocante y federal que se realice en el país. Como ocurre desde hace años, también habrá dos actos y marchas a la Plaza de Mayo, a pesar de los intentos por reunificarlas ante la amenaza que significa un gobierno nacional abiertamente negacionista como el de Javier Milei y Victoria Villarruel.
El primer turno será para los organismos históricos que integran Abuelas de Plaza de Mayo, Madres – Línea Fundadora, Familiares de desaparecidos y detenidos por razones políticas, H.I.J.O.S. Capital, la APDH, el CELS, la Liga Argentina por los Derechos Humanos, entre otras.
Se movilizarán bajo la consigna «30.000 razones para defender la patria. Nunca más miseria planificada» desde las 12 en Avenida de Mayo y Piedras para cerrar con el acto en el que se leerá el documento oficial alrededor de las 14. La convocatoria incluye también llevar pañuelos blancos o de colores intervenidos con consignas que abracen las luchas de hoy y de siempre.
Los organismos estarán acompañados por la CGT, las dos CTA y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), quienes harán también una demostración de fuerza ante la ola de despidos y el ajuste que lleva adelante el gobierno y que será uno de los temas centrales de la jornada.
Algunas organizaciones sociales, sindicales y políticas, encabezadas por La Cámpora, arrancarán a marchar a las 8 desde la ex ESMA y caminarán los 13 kilómetros que unen el ex centro clandestino de detención con la Plaza de Mayo, a la que arribarán a las 14.
El Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, integrado por la Asociación de Ex-Detenidos Desaparecidos, Correpi, Serpaj, el CEPRODH, el Encuentro Militante Cachito Fukman y agrupaciones políticas, sociales y sindicales de izquierda, encabezará la segunda movilización, que comenzará a las 14 en Avenida de Mayo y 9 de julio bajo la consigna «Son 30.000, fue y es genocidio, abajo el plan de Milei, los gobernadores y el FMI».
A pesar de la división, los organizadores confían en que esta será de las marchas más grandes de los últimos años ante la necesidad de estar en la calle, encontrarse y manifestarse, como ocurrió también durante el 24 de marzo de 2016, el primero del gobierno de Mauricio Macri.
Provocaciones
El 24 de marzo de 2004, el entonces presidente Néstor Kirchner sentó algunas de las bases del proceso de Memoria, Verdad y Justicia al bajar los cuadros de Jorge Rafael Videla y Reynaldo Benito Bignone del Colegio Militar y pedir perdón nombre del Estado en un acto en la ex ESMA «por la vergüenza de haber callado durante 20 años de democracia por tantas atrocidades».
Dos décadas después, el gobierno nacional intenta revertir las políticas de Estado en materia de Derechos Humanos. Si bien no realizará ningún acto oficial, filtró la realización de un video con una mirada «completa» de lo ocurrido durante el terrorismo de Estado y una defensa de la teoría de los dos demonios que difundiría el mismo Día de la Memoria.
En las últimas semanas, desde el gobierno dejaron correr versiones sobre medidas de alto impacto que generaron un clima enrarecido para el 24, como el proyecto de ley para permitir a las Fuerzas Armadas la intervención en seguridad interior y la posibilidad de avanzar con beneficios para los represores detenidos por crímenes de lesa humanidad.
Días atrás, el ministro de Defensa, Luis Petri, reivindicó el rol de las fuerzas represivas durante el terrorismo de Estado y coqueteó con los sectores apologistas de la última dictadura durante la presentación de un libro sobre Argentino del Valle Larrabure. El «like» presidencial a un comentario en redes que puso en duda la denuncia del brutal ataque a la militante de H.I.J.O.S. sumó a un ambiente por demás caldeado. «