Los rectores agrupados en el CIN también decidieron publicitar su disgusto. Si bien celebraron el acuerdo como un “reconocimiento de uno de los problemas que todo el sistema universitario viene planteando”, aseguraron que “resulta inadmisible y provocador que se reconozca solo para una universidad. No aceptaremos que existan estudiantes de primera y de segunda. Exigimos inmediatamente una resolución que garantice un incremento igual para todas las universidades”.

La Franja Morada denuncia un acuerdo sellado por sus propios dirigentes.

Sutilmente, señalan que “con la misma urgencia” seguirán “bregando por paritarias que recompongan la pérdida del poder adquisitivo del salario”. En un mensaje a las autoridades de la UBA concluyen que “no convalidaremos ningún intento de división ni priorizaremos nunca ningún atajo”.

Plan de lucha

El Frente Sindical Universitario ya fijó su repudio a la decisión y pautó un nuevo plan de acción que incluye una jornada nacional de protesta para el 22 de mayo y un nuevo paro nacional para el jueves 23 de mayo. Uno de los gremios más representativos, la CONADUH, evalúa extender el paro hasta las 48 horas.

Federico Montero, secretario de Ogranización de CONADU y dirigente de FEDUBA señaló a este diario que “el acuerdo anunciado por la UBA es un reconocimiento parcial a la lucha que viene llevando adelante pero  pretende generar una ruptura del marco de unidad que hemos construido premiando a unos y castigando a otros”.

El dirigente adelantó que “para contraponer ese intento de fragmentar el marco de la unidad, el frente sindical determinó una profundización del plan de lucha en reclamo por una urgente recomposición salarial. En caso de que no haya una respuesta al reclamo salarial y al reclamo presupuestario federal de las universidades este plan de lucha se profundizará”.

Por su parte el Secretario de Organización de CONADUH y paritario nacional Antonio Roselló, confirmó que en los próximos días esa entidad sindical confirmará la extensión de la medida a 48 horas. El dirigente señaló que “luego de haber movilizado el 23 de abril a más de un millón de personas en todo el país defendiendo a las universidades nacionales, el gobierno y el rectorado anuncian un acuerdo y se deja de lado la ‘emergencia presupuestaria’. Algo que no es cierto. Evidentemente consideran que el brutal atraso salarial que lo ha reducido a la mitad no es parte de la emergencia”.

 

Para Roselló “no hay nada para otras universidades ni para salarios de docentes y no docentes ni para terminar con el trabajo gratuito, ni para ciencia y tecnología, ni para las obras sociales que están en terapia intensiva ni para becas estudiantiles”. Por eso adelantó que “el consejo Superior dio la espalda a todos los trabajadores de la UBA. Hoy toca seguir la lucha. Parece una ironía, el rector suspende la emergencia un 15 de mayo, día del docente universitario”.

El gobierno intentó apagar el fuego a través de un acuerdo parcial pero corre serio riesgo de avivarlo.