El presidente Javier Milei encabezará este jueves 2 de octubre la presentación del nuevo Código Penal de la Nación, un proyecto que promete ser el cambio más trascendente en más de un siglo para el sistema de justicia argentino.

El acto se realizará a las 18 en el Complejo Penitenciario Federal N° 1 de Ezeiza, acompañado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona; y el juez de Casación Mariano Borinsky, coordinador de la Comisión encargada de elaborar la reforma.

La Argentina dejará atrás un Código que rige desde 1921, atravesado por más de mil leyes especiales y sucesivas modificaciones parciales. El nuevo texto unifica toda esa normativa en un cuerpo legal moderno y extenso: pasa de 316 a 920 artículos.

Entre los puntos destacados se encuentran el fortalecimiento de los derechos de las víctimas, el endurecimiento de penas para delitos frecuentes como robos, estafas y delitos viales, y la incorporación de figuras actuales como ciberdelitos con inteligencia artificial, trata de personas, narcotráfico, corrupción estructural, pornovenganza, secuestro virtual, crueldad animal y delitos ambientales.

El proyecto es fruto del trabajo de la Comisión de Reforma del Código Penal, integrada por magistrados, juristas y especialistas, con Borinsky a la cabeza. También participaron el presidente de la comisión, Jorge Buompadre, la jueza María Eugenia Capuchetti y el abogado Fernando Soto, entre otros. El proceso incluyó más de un centenar de reuniones con jueces, fiscales, defensores y organizaciones de la sociedad civil.

Desde el Gobierno destacan que la impronta del nuevo Código busca "prevención, protección y sanción efectiva", en línea con los compromisos internacionales de la Argentina contra el crimen organizado, el terrorismo y los delitos de lesa humanidad.

Entre sus innovaciones, sobresalen:

Imprescriptibilidad para delitos gravísimos como homicidios, abusos sexuales, trata, narcotráfico y crímenes de lesa humanidad.

Endurecimiento de penas para delitos que afectan la vida cotidiana, como el robo de celulares, entraderas, salideras bancarias y estafas piramidales.

Nuevas figuras delictivas, como el "stealthing", la pornovenganza, la violencia organizada o el secuestro virtual.

Corrupción, con sanciones más severas, inclusión del soborno entre privados y restricciones a beneficios como la libertad condicional.

Delitos ambientales, con mayor castigo a la minería ilegal, la deforestación y el daño a la biodiversidad.

Delitos informáticos, con penalización de la manipulación de imágenes mediante inteligencia artificial, fraudes digitales y ciberataques complejos.

"El mensaje es claro: más protección para las víctimas y más castigo para los delincuentes", subrayaron desde el Ejecutivo, que busca instalar la reforma como un hito histórico en el camino hacia un sistema penal más moderno y firme.

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