En las dos últimas décadas, las inmunoterapias se convirtieron en una herramienta clave en el arsenal de los médicos para los pacientes con cáncer. Esta clase de fármacos utiliza el propio sistema inmunitario del organismo para atacar los tumores. Pero a pesar de su creciente utilización, los inhibidores de los puntos de control (un tipo de inmunoterapia) no tienen éxito en muchos pacientes con cáncer.

En algunos casos, esta falta de respuesta tiene que ver con el microbioma del paciente, es decir, la comunidad de bacterias y otros microorganismos que viven en el intestino. Para estos pacientes, los médicos están experimentando con los trasplantes de microbiota fecal, una forma de transferir el ecosistema microbiano de una persona sana a otra. Este método es prometedor, pero corre el riesgo de transferir agentes patógenos y es difícil realizar tratamientos a escala comercial.

Kanvas Biosciences pretende ofrecer una solución más segura y eficaz mediante terapias que utilizan microorganismos descubiertos con su novedosa plataforma de biología espacial. Esta tecnología analiza las interacciones específicas entre las bacterias y las células inmunitarias del microbioma de un paciente, con el objetivo de mejorar los tratamientos contra el cáncer.

El lunes, anunció que tiene un capital inicial de 12,5 millones de dólares, codirigida por DCVC y Lions Capital, elevando sus inversiones totales a 29,5 millones de dólares. La empresa no quiso compartir su valoración.

"Sabemos que el microbioma es absolutamente crítico para la salud humana (todo, desde la digestión de nutrientes hasta el metabolismo de fármacos y la regulación del sistema inmunitario), pero no fuimos capaces de caracterizarlo adecuadamente ni de aprovecharlo para el desarrollo de fármacos", dijo el cofundador y CEO Matt Cheng. "Así que pensé que si desarrollábamos una novedosa plataforma de biología espacial que realmente comprendiera y caracterizara el microbioma, podríamos hacer cosas asombrosas para ayudar a la gente", agregó.

La tecnología que sustenta la plataforma de Kanvas fue desarrollada por primera vez por el cofundador y director tecnológico Hao Shi, entonces estudiante de doctorado con el hermano de Cheng en el laboratorio de Iwijn De Vlaminck en la Escuela Meinig de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Cornell. Conocido como "HiPR-FISH", funciona utilizando sondas químicas que se unen a zonas específicas de interés en el microbioma y las etiquetan con un código de barras distintivo. Esta investigación, publicada en Nature en 2020, crea un "Google Maps" de las bacterias del intestino, explicó Cheng. Esto permite comprender cómo interactúan los distintos microorganismos entre sí y con el paciente.

"Podemos utilizar esto para identificar qué bacterias están interactuando y hablando directamente con las células inmunitarias", dijo, y añadió que este conocimiento puede ayudar a encontrar las bacterias intestinales adecuadas para "modular una respuesta inmunitaria específica" y mejorar la eficacia de los tratamientos contra el cáncer. El potencial de la plataforma para ser utilizada de este modo es lo que llevó a Cheng, Shi y De Vlaminck a fundar la empresa en 2020.

Varias startups biotecnológicas prometieron descifrar el código del microbioma, pero pocas lograron la viabilidad a largo plazo, con la notable excepción de Seres Therapeutics, respaldada por Flagship Pioneering, que recientemente vendió su píldora Vowst a Nestlé Health Science. La empresa emergente del microbioma Viome Life Sciences, que utiliza la inteligencia artificial para analizar los resultados de los kits de diagnóstico a domicilio, también se ganó a los inversores, cerrando una ronda de financiación de serie C de 86,5 millones de dólares el año pasado, pero expertos y antiguos empleados expresaron su preocupación por la ciencia que hay detrás de sus productos.

En fertilidad se destaca Microgenesis.net de origen argentino que fue incubada por GRIDx en Buenos Aires, e IndieBio en San Francisco. La empresa envía un kit a domicilio que le permite a la paciente tomar sus muestras para luego devolverlas por correo al laboratorio para que estudie luego le llega un tratamiento que busca reducir la inflamación del sistema inmune como respuesta a desbalances en su microbioma. “Ya tenemos bebés que nacieron con esta tecnología en Estados Unidos, España y Argentina”, afirma su CEO e investigadora del Conicet Gabriela Gutiérrez. 

Muchos otros competidores (entre ellos Finch Therapeutics, Kaleido Therapeutics y Evelo) cerraron en los últimos años debido a ensayos infructuosos, malas previsiones de financiación y pasos en falso en la regulación.

Jason Pontin, socio de DCVC y presidente de la junta directiva de Kanvas, invirtió en varias de estas empresas emergentes en sus tres años como socio y asesor principal de Flagship Pioneering. Aunque muchas parecían prometedoras en aquel momento, Pontin observó que un desafío persistente era lo poco que se sabía sobre las interacciones específicas de las bacterias en el microbioma, lo que hacía difícil el desarrollo terapéutico. Eso fue lo que le impresionó de la oportunidad de invertir en la compañía.

"Cuando vi por primera vez Kanvas, hace ahora casi tres años, me quedé impresionado por la especificidad y la sensibilidad de la plataforma HiPR-FISH", dijo Pontin. "Y pensé: ésta es la plataforma que Estuve esperando", agregó. Lo diferente de la tecnología, dijo, es que "por fin hace posible que comprendamos realmente esas interacciones huésped-microbioma", concluyó.

Poco después de cerrar una ronda de inversión de 12 millones de dólares en junio de 2023, adquirió varios activos de Federation Bio, otro competidor en el espacio del microbioma, incluido un programa preclínico de inmuno-oncología dirigido desde el Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas, una instalación de bancos de células en San Francisco y el director científico de la empresa, Lee Swem.

Cheng calificó el acuerdo de “transformador”, porque sus activos de fabricación permitieron a la empresa acelerar su capacidad de ampliación. "De repente pasamos de ser sólo una plataforma de biología espacial a una empresa terapéutica completa", dijo. Dicho esto, tanto Cheng como Pontin reconocen que subir la escala de un medicamento para el microbioma sigue siendo el mayor desafío de la empresa.

Trabajando con el MD Anderson, identificó un "superdonante" bacteriano que luego utilizó para desarrollar su principal candidato a fármaco, bautizado como KAN-001. Al alterar la composición del microbioma de un paciente con docenas de cepas bacterianas, el KAN-001 "ceba" su sistema inmunitario para combatir el cáncer de forma más eficaz con la ayuda de la inmunoterapia. Tras ofrecer el producto a ratones con sarcoma GF antes de utilizar un inhibidor del punto de control, descubrió que el fármaco ralentizaba mejor el crecimiento del tumor que sin KAN-001, según Cheng

Con la nueva financiación, esta compañía espera avanzar en los ensayos preclínicos con el objetivo de preparar la presentación de un nuevo medicamento en fase de preinvestigación a finales de este año para el KAN-001 y el año que viene para el KAN-003, su segundo fármaco potenciador del microbioma. Después de eso, la empresa espera lanzar un ensayo clínico en humanos de nueve a 18 meses para probar sus productos en pacientes humanos con cáncer.

Con el tiempo, Cheng espera que la plataforma de su empresa pueda dirigirse a otras enfermedades como la esclerosis múltiple y las enfermedades neurodegenerativas. También está analizando aplicaciones en otros campos ajenos a la medicina. Dado que la plataforma de la empresa es "agnóstica en cuanto al tipo de muestra", puede utilizarse en todo, desde muestras de tejido hasta brotes de alfalfa o queso, lo que abre la puerta a aplicaciones en agricultura y seguridad alimentaria.

"Creemos que vamos a estar en una posición formidable para mostrar realmente el beneficio de nuestra plataforma aplicada al desarrollo terapéutico", afirmó Cheng.

Nota publicada por Forbes US

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