Trabajadores y familiares de pacientes se sumaron a la convocatoria del abrazo simbólico al Hospital Nacional de Salud Mental Laura Bonaparte para manifestarse contra el cierre total de la institución anunciado por el Gobierno.
Frente a ello, una de las tantas historias se destacó la de una mujer que recurrió a los servicios del nosocomio, ya que su hija sufrió crisis psiquiátricas y gracias al trabajo de los profesionales no solo pudo salir adelante, sino que también hoy la joven continúa si vida y hasta consiguió una beca universitaria.
“Yo soy antipolítica, pero la gente, los diputados, el Presidente, los de la Salud, tienen que pensar y entender que hay gente pobre con hijos con problemas de salud mental, hijos drogadictos, donde no tiene lugar donde acudir”, sostuvo en diálogo con C5N.
Al mismo tiempo, relató lo que tuvo que vivir en primera persona por la historia de su hija: “Yo he recorrido un año entero en Capital y Provincia para encontrar un lugar hasta que logré que mi hija entrara acá. Ella tuvo dos intentos de pensamiento de suicidio. Y dos crisis psiquiátricas y acá la sacaron adelante. Hoy en la escuela es uno de los mejores promedios”.
En ese sentido, destacó que su hija logró obtener una beca en una facultad importantísima. “Si ella no hubiera tenido un tratamiento, capaz, hoy estaría en un cajón”, expresó crudamente. La mujer también remarcó que dicho hospital atiende “a chicos huérfanos que están en instituciones donde encuentran un pequeño espacio para que puedan charlar y contar lo que les pasa”.
“Esto no es un hospital que dicen ‘es tantos números y tal’, no. Es un hospital que cubre un lugar muy importante”, indicó y se preguntó: “Si esto se cierra, ¿a dónde van a ir? Piensen un poco. Son centros de salud mental, con cierta cantidad de gente y entiendan, por favor: Buenos Aires están desbordadas por la salud mental, no hay lugares en los hospitales. Yo la viví y recorrí, nadie me lo contó”.
Qué dice el Ministerio de Salud sobre el cierre
Fuentes del Ministerio de Salud explicaron sobre la medida que desde el inicio de la gestión “se trabajó en la normalización del hospital producto de la subutilización en función de su capacidad”.
Según sus datos, detallaron a Ámbito que la institución recibe un presupuesto de $16.800 millones y tiene una ocupación con apenas 30 pacientes.
Además, señalaron que la tasa promedio de pacientes internados es de entre 16 y 19, algo “muy bajos para lo esperable de un hospital de salud mental con servicios generales, considerando las dimensiones edilicias, y la cantidad de recursos humanos asignados a la atención y administración”.
En el mismo sentido, aclararon que aquellos pacientes actualmente internados no se verán afectados por el cierre, ya que serán derivados a otras instituciones dependientes del organismo, así como también los ambulatorios. No se pronunciaron sobre el futuro de los trabajadores.