Tras el último recorte de la tasa de interés de referencia del Banco Central (BCRA) al 40% anual el resto de las tasas se ajustaron aun quedando, por ejemplo, por encima de la pauta mensual del 2% de "crawling peg". En simultáneo el Tesoro empezó a ofrecer Letras capitalizables (Lecaps) de corto plazo con tasas superiores al 4% mensual y cercana al 4% para mayores plazos, superando lo que ofrece un depósito a plazo fijo en pesos.
Los inversores venían posicionándose en los fondos comunes de "money market" que rendían una tasa cercana a las máximas que se lograban por la liquidez de corto plazo y no tenían volatilidad, mediante la calesita de constituir depósitos y que los bancos descargaran esa liquidez en instrumentos del BCRA (Pases).
Pero ahora los fondos de "money market" rinden por debajo del 3% y todo indica que seguirán recortando rendimientos apenas por encima de la pauta cambiaria y cercana a lo que paga un plazo fijo, pero con la ventaja de tener liquidez inmediata. Se plantea entonces cómo los inversores ahora pueden aprovechar los rendimientos que ofrece el Tesoro. Hay básicamente dos alternativas.
Por un lado, participar directo de las licitaciones del Tesoro. En ese caso si se cuenta con la liquidez en el momento de la subasta puede suscribir directamente y luego esperar a vencimiento o venderlas en el mercado secundario cuando necesite la liquidez.
En esta opción el principal obstáculo es que los tramos más cortos están saliendo con techo máximo de emisión y eso implica un prorrateo del cupo disponible entre los diferentes oferentes (15% en la última licitación), por lo tanto, se necesita una gestión activa, para armar una cartera con diferentes Lecaps.
La otra alternativa es suscribir lo que se denomina un Fondo T+1. En este caso el inversor debe dejar que gestión activa la haga un fondo común de inversión. El inversor suscribe cuando tiene la liquidez y rescata 24 horas antes de necesitar la liquidez.
“A diferencia de un 'money market', esta alternativa está sujeta a la valuación de las Lecaps en el mercado secundario y por lo tanto, al igual que el caso de adquirir el título de manera directa, se recomienda una permanencia mínima de al menos 7 días para asegurarse que el devengamiento de intereses cubre cualquier volatilidad que puedan tener los instrumentos”, explican desde la gestora MegaQM . En definitiva, requiere un horizonte de planificación financiera más claro.
Al respecto, en los últimos días apareció un nuevo tipo de instrumento, los Fondos T+1 pero que se liquidan al contado. Son iguales a los mencionados pero tienen una estrategia de “duration” aún más corta. “En general se llevan al mínimo que permite la normativa de fraccionamiento -no más de 30% de cada activo-, y están expuestos a un poco menos de volatilidad, por ser más cortos pero tienen la ventaja que se pueden rescatar en el día -pagan después del cierre del mercado-”, amplían desde la gestora.
Ahora bien, qué implicancia tienen los últimos movimientos del BCRA y del Tesoro para la política monetaria y cambiaria, que el proceso de eliminación de los Pasivos Monetarios Remunerados del BCRA desactiva este factor de emisión de pesos.
Vale recordar que en los últimos años los principales factores de emisión fueron la Asistencia financiera al Tesoro (vía Adelantos transitorios y/o por Transferencia de utilidades contables) hoy desactivada; el Pago de Intereses por Pasivos Monetarios Remunerados (que llegaron a casi 10% del PBI que con tasas de tres dígitos hacía que el stock se multiplicaba por 3,5 veces cada 12 meses) que gracias a la baja de la tasa y el rescate del Tesoro vía Lecaps se redujo pero aún queda un stock; las intervenciones del BCRA en el mercado de bonos (vía recompra o ejercicio de los puts) donde todavía queda un stock de puts en los bancos con un potencial de emisión elevada; y la compra de divisas en el mercado cambiario (para recomponer reservas) que implican nueva emisión lo que genera también dudas.