De acuerdo con el arquitecto suizo francés Le Corbusier, padre de la arquitectura moderna, es fundamental para el ejercicio del diseño arquitectónico tener en cuenta los siguientes 5 principios de la arquitectura moderna:
- PILOTIS. Funcionan como soporte estructural del edificio, reemplazando a los muros. De esta manera, se logra aprovechar de mejor forma las superficies para la circulación de peatones y vehículos. Además, se genera una mayor conexión entre el espacio público y privado.
- PLANTA LIBRE. Aporta total libertad en la composición del espacio permitiendo que esta se adapte a la necesidad del usuario. Al liberar los muros de su función estructural, se generan muros libres que configuran espacios abiertos y flexibles.
- FACHADA LIBRE. Al liberar la fachada de su función estructural, brinda autonomía de cerramiento y mayor libertad en el diseño. Esto permite que pueda adoptar múltiples materialidades como el uso de ventanas longitudinales.
- VENTANAS ALARGADAS. Incorporar ventanas alargadas a lo largo de toda la fachada del edificio permite una mayor iluminación de los espacios y mejora la relación con el exterior.
- TERRAZA JARDÍN. Brinda uso a los techos/azoteas convirtiéndolas en espacios ajardinados para la protección climática y para las actividades de ocio.
La importancia de estos 5 puntos radica no solo en la funcionalidad y estética que ofrece, sino también en la conexión que brinda con el entorno. Si bien estos principios fueron materializados en un inicio en proyectos de uso residencial (Villa Savoye, por ejemplo) hace casi un siglo, ha prevalecido su influencia y aplicación en el diseño de proyectos arquitectónicos contemporáneos de diferentes usos y en la planificación urbana, puesto que promueven la adaptabilidad y flexibilidad de los espacios de acuerdo con las necesidades cambiantes de la sociedad y genera integración de los espacios entre lo público, privado y la naturaleza.