Mientras la Provincia aguarda la firma para el traspaso de la obra pública -y que según estimó el gobernador Raúl Jalil, sería para esta semana- Nación analiza hacerse cargo de las que tienen un avance del 70 por ciento para arriba y que son interjurisdiccionales. También evalúa destrabar las que tienen créditos externos aprobados. En este último sentido, en Catamarca corresponderían a tres obras: la Línea de Alta Tensión (LAT) Alumbrera-Belén; el acueducto Albigasta y la red cloacal para Valle Viejo y Fray Mamerto Esquiú.
Según publicó La Nación, mientras el Gobierno nacional acelera el traspaso de obras públicas a las provincias, los empresarios del sector alertan que el “parate histórico” está provocando “desempleo, escaso desarrollo y pobreza”. Es que, desde la asunción de Javier Milei, se dejaron de financiar alrededor de 2000 obras en todo el país, incluso las que tienen certificaciones de avance presentadas, por lo que hay empresas que ya analizan ir por la vía judicial para cobrar. El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss explicó que el cálculo de la deuda total acumulada es de unos $400.000 millones, de los que alrededor de $250.000 millones está facturado y el resto está sujeto a procesos no concluidos de determinación de precios.
De acuerdo con el artículo periodístico, aunque haya traspaso de obras a las provincias, ese rojo debe ser cancelado por Nación.
En el medio año de gestión que lleva la administración libertaria salieron “muy pocos” pagos, según los constructores. Hay empresas que ya intimaron al Estado, enviándole cartas documentos. En el plano local, la Provincia activó mecanismos administrativos para que se muevan los expedientes, mientras que el Municipio Capital había advertido el judicializar el reclamo por una deuda de $5000 millones en obras.
En las últimas semanas, con Guillermo Francos a cargo de la jefatura de Gabinete, se empezó a apurar el traspaso a los gobernadores, básicamente de obras en rutas nacionales, centros de salud, trabajos hídricos y de saneamiento. Ya se firmaron convenios con Chaco, Jujuy, Entre Ríos, Tucumán, Mendoza, Chubut y Neuquén. Además, hay avances con Catamarca y Santa Fe. Aparte de eso, y de acuerdo con el artículo periodístico, en Casa Rosada estiman que con el nuevo esquema podrían reiniciarse alrededor de 900 obras en lo que resta del año. En este orden de ideas, indica que el camino de manos no incluye los recursos, con lo que cada uno debe tener el dinero para seguir los trabajos.
Eso sí, el Gobierno nacional se haría cargo de las que tienen un avance de 70 por ciento o más y que son interjurisdiccionales.
Además, de las que tienen créditos externos aprobados. Este último sería un inconveniente. Sucede que hay consultas de los organismos internacionales como el Banco Mundial, el BID y la Corporación Andina de Fomento porque con las iniciativas paradas no se ejecutan los desembolsos y, por lo tanto, el país tiene saldo negativo y tendrá que usar fondos propios para pagar. Dicho de otra forma: en general, a medida que las iniciativas se van ejecutando, ingresan los recursos de los organismos internacionales y con ese dinero -por la dinámica propia de la operación- se pagan créditos anteriores. Si el freno actual continúa, la Argentina tendrá que poner dinero propio porque no hay desembolsos.