En una semana clave para destrabar el tratamiento de la ley Bases, el peronismo se encuentra frente a dos estrategias que en principio no se contraponen pero que habrá que saber armarlas. Unión por la Patria puede dedicarse en estos días definitorios a intentar construir una mayoría de 37 y bloquear la ley en general o jugarse a juntar los 48 escaños para bloquear con mayoría especial los puntos más criticados.
“Estamos con los 33 de UxP firmes, con 7 u 8 en proceso de definición, todavía se pude llegar a los 37”, orejean. Los y las senadoras opositoras saben que lograron hacer del plenario de comisiones un escenario de amplificación del contenido de la ley Bases. “Fueron tres semanas de una pulseada fuerte”, describen.
La diversa lista de invitados que incluyó a distintos actores sociales como la CGT, Estela de Carlotto, artistas, directores del INTI y del INTA, y cámaras empresarias industriales, no solo sirvió para ganar tiempo sino para amplificar la información sobre el contenido del proyecto y, según cuentan, “lograr la concientización de la sociedad”.
Es que el trámite en la Cámara Baja fue mucho más rápido y el oficialismo y sus aliados lograron esconder los puntos más polémicos de la ley al imponer una votación por capítulos y no por artículos. El temor era que se repitiera el escenario de enero, cuando feneció aquella primera Ley Ómnibus.
“En Diputados hubo una ayuda estratégica de gente experimentada que se puso al servicio de Milei”, ironiza esta fuente sobre la capacidad de rosca de Miguel Ángel Pichetto, que logró hacer pasar desapercibidos los puntos más complicados de la ley, como las preferencias para las empresas extranjeras en el uso de los recursos naturales por sobre la población y la libre disponibilidad de divisas.
Por lo pronto, UxP se debate entre jugarse a consolidar el número 37 o negociar blindar los artículos más polémicos con mayorías especiales. “Sin dejar de sostener la votación en contra en general, es necesario buscar un plan B respecto del articulado”, analizan. De eso se habló el miércoles en la improvisada reunión de bloque durante el cuarto intermedio.
“Hay dos cuestiones, una de fondo y otra de forma”, explican. “La cuestión de fondo es si se opta por una estrategia dogmática o pragmática, y ambas son razonables. La dogmática propone votar en contra en general y particular todo porque el espíritu de la ley es contrario a nuestro pensamiento en todo sentido”, explica una fuente de UxP.
“En cambio, desde una posición pragmática, se evalúa que si la ley pasa en general es necesario poner todo el poder de fuego en alguno de los artículos para que se pueda sumar votos a los 33 y llegar a los 48 escaños en contra de algún artículo. En el resultadismo, tenés que ir por los resultados”, sintetizan.
Los puntos que más preocupan tienen que ver con cuidar la cadena de valor de la industria nacional, que no sean 200 sino 900 millones de dólares los que tengan que invertir los capitales extranjeros para lograr beneficios. “Si no se trabaja para bloquear estos artículos, se corre el riesgo de que vuelva a Diputados y se vote el original en 48 horas”, dicen preocupados.
La mira está puesta en Edgardo Kueider, el peronista entrerriano que se fue de Unión por la Patria y junto con Carlos “Camau” Espínola de Corrientes, integraron el bloque Unidad Federal con la cordobesa Alejandra Vigo. Ambos senadores mesopotámicos, peronistas en territorio opositor, pueden ser claves en la búsqueda de la mayoría de los 37, sobre todo en este nuevo contexto de protestas sociales encabezadas por los sectores estatales que está bajando desde Misiones a las provincias vecinas.
“Hubo que aflojar la tensión dogmática y dejar de tratar de traidores a todos. Busquemos socios, no ataquemos”, proponen algunos miembros de UxP. “Se puede trabajar sobre una determinada cantidad de cambios que plantean los dialoguistas más la posición de Martín Lousteau y probar de juntar un número calificado”, evalúan.
Por lo pronto, Tiempo pudo saber que en La Libertad Avanza dan por aprobada la ley “si es que no hay sorpresas” y evalúan ya cómo responder a un eventual bloqueo de artículos con mayoría calificada de dos tercios.
“Ya estamos hablando con los diputados para ver cómo revertir esa estrategia”, confió una fuente libertaria que está en contacto con el Poder Ejecutivo. Es que para el oficialismo el único triunfo válido será si se vota el texto original de la ley, sin modificaciones. En cambio, para los legisladores colaboracionistas, cualquier texto que salga “va a estar bien”, según dicen, “porque lo importante es que salga algo, alguna herramienta que dé gobernabilidad”.
Es que, a diferencia del momento en que se trató en Diputados, a fines de abril, el clima social cambió. Ahora la convocatoria a la puerta del Senado para marcar oposición popular no solo la promovieron todas las centrales obreras y los movimientos sociales sino también el gobernador de la Provincia, Axel Kicillof.
Habrá que ver si además movilizan algunos intendentes del conurbano, que también están comenzando a organizarse con sus pares de otras provincias. Por lo pronto, la espina dorsal del movimiento que se está despertando contra el gobierno de Milei son los sectores estatales que lograron articular con sus pares de otras provincias a través de las estructuras sindicales nacionales. Ellos también van a estar frente al Congreso el día que se trate la Ley Bases en el Senado.