La posibilidad de que Estados Unidos vuelva a importar carne vacuna argentina generó expectativa en el sector agroexportador, pero desde Washington ya aclararon que el flujo comercial sería reducido.
En una entrevista con CNBC, la secretaria de Agricultura estadounidense, Brooke Rollins, afirmó: “no será mucho lo que compremos” y puso el foco en los controles sanitarios por el riesgo de fiebre aftosa.
Durante la conversación, Rollins explicó que el país norteamericano consume alrededor de 12 millones de toneladas métricas de carne bovina al año, de las cuales 10 millones son de producción local. “Los otros dos millones se producen en el extranjero y hay diferentes partes de eso. Está McDonald’s y la carne molida versus los cortes musculares reales, que son para muchos estadounidenses la parte saludable de esto”, detalló.
La funcionaria señaló que las conversaciones con Argentina forman parte de un marco más amplio impulsado por el presidente Donald Trump, quien, según dijo, “ha mencionado un par de veces” la posibilidad de abrir el mercado a productos argentinos. “Creo que vamos a tener más información en los próximos días, pero como parte de esas doce millones de toneladas métricas, no será mucho lo que compremos”, aclaró Rollins
“Tenemos que proteger nuestra industria ganadera”
La secretaria estadounidenses insistió en que cualquier apertura deberá garantizar la seguridad sanitaria del rodeo estadounidense. “Argentina enfrenta un problema de fiebre aftosa y en el Departamento de Agricultura tenemos que garantizar que nuestra industria ganadera esté segura”, subrayó.