De acuerdo con Reuters, el plan refleja cuán estrechamente vinculado está el director ejecutivo de Rio, Jakob Stausholm, y su equipo de liderazgo con el futuro de la compañía y el alto valor que otorgan a los ingenieros de Arcadium como parte del acuerdo. En este sentido, los accionistas aprobaron la venta el mes pasado y se espera el cierre para julio.
La nueva empresa, Rio Tinto Lithium, asumirá el control del proyecto Rincón de 2500 millones de dólares en Argentina, donde produjo su primera tonelada métrica de litio en diciembre, mediante extracción directa de litio (DLE). Esto es para “garantizar que nos concentremos en una integración exitosa una vez que se complete la transacción”, dijo Stausholm a los empleados en el memorando.
Se trata del mayor acuerdo alcanzado en Rio en más de una década.
Dada la falta de familiaridad con la integración de una empresa entera, los ejecutivos planean absorber Arcadium lentamente, por temor a que la integración forzada del productor de litio pueda provocar una salida de talento que podría anular el valor del acuerdo, según comentaron dos fuentes con conocimiento del asunto a Reuters. Se espera que Paul Graves, director ejecutivo de Arcadium y exbanquero de Goldman Sachs, dirija las operaciones de litio desde Nueva York.
El acuerdo convertirá a Rio en el tercer mayor productor mundial de litio, un metal utilizado para construir baterías para vehículos eléctricos y muchos productos electrónicos, justo cuando se espera que la demanda aumente a finales de esta década.