En un mundo donde la velocidad es sinónimo de poder, los autos más rápidos del planeta encarnan la obsesión humana por desafiar los límites. Estas máquinas son obras maestras de ingeniería y diseño, creadas para rasgar el aire con precisión y furia.
Hennessey, la marca estadounidense conocida por sus preparaciones, lanzó el Venom GT, un super deportivo basado en el Lotus Exige.
Equipado con un motor V8 turbo de 6.2 litros y 1.244 CV, alcanzó 432,5 km/h en el Centro Espacial Kennedy, arrebatándole el récord al Bugatti Veyron Super Sport y entrando en el Libro Guinness. Ahora buscan repetir la hazaña con su sucesor, el Venom F5, que ya está en fase de pruebas.