Comenzó el jurado contra el juez federal Martín Poderti, acusado de la presunta sustracción de 144 monedas de oro de una caja del Banco Nación cuando era secretario. Ingresó 19 veces, incluso durante sus vacaciones. "¿Quién me quiere fuera?", cuestionó el magistrado.

El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la Nación dio inicio al jurado contra el juez federal Martín Luciano Poderti, integrante del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Mar del Plata, acusado por la supuesta sustracción de 144 monedas de oro pertenecientes a una causa judicial cuando se desempeñaba como secretario.

La primera audiencia se realizó en la Sala de Audiencias “Dr. Horacio V. Billoch Caride” y comenzó con la exposición del consejero Diego Barroetaveña, quien formuló la acusación inicial.

Las Madrid

Según la presentación, “el caso es claro y concreto”: Poderti, en su condición de secretario, era responsable de la custodia de los objetos guardados en una caja de seguridad del Banco Nación, sucursal San Isidro, entre los cuales se encontraban las monedas de oro que fueron sustraídas.

El expediente inicial había sido abierto por el Juzgado Federal N° 1 de San Isidro, a cargo de Sandra Arroyo Salgado, y luego pasó al Juzgado Federal N° 2, de Lino Mirabelli. El 10 de diciembre de 2019, Poderti recibió todos los objetos del legajo y dejó constancia escrita y fotográfica de los elementos.

Sin embargo, el juez -actualmente suspendido de sus funciones- ingresó al banco en 19 oportunidades, de las cuales cuatro fueron durante licencias y dos mientras se encontraba de vacaciones y ya había solicitado su traslado al Tribunal Oral Federal N° 1 de San Martín.

Cuando se dispuso la devolución de los objetos secuestrados, el secretario de ese momento, Matías Petrionave, detectó al faltante. El peritaje descubrió que la caja no presentaba signos de violencia ni daño en la cerradura, que funcionaba correctamente.

"Poderti era el único que tenía las dos llaves. Entró en 19 oportunidades, no dejó constancia, la caja no estaba forzada ni alterada", sostuvo Barroetaveña. El consejero recordó que el magistrado fue procesado y embargado por el juez federal de San Martín, Emiliano Canicoba, por el supuesto delito de malversación de caudales públicos, y que el procesamiento fue confirmado.

“Grave desorden de su conducta”

Según la acusación, se encuentra probado que entre el 26 de diciembre de 2019 (primer ingreso) y el 9 de febrero de 2023 (último ingreso), el magistrado, entonces secretario, ingresó a la caja de seguridad y sustrajo las monedas de oro. “Tenía el deber de resguardo”, se señaló.

Asimismo, el consejero acusador sostuvo que Poderti incumplió sus obligaciones de custodia, lo que “constituye una violación a normas básicas”. "El juez puso en juego la credibilidad del Estado. Debía poner celo en la custodia, cosa que no hizo", se afirmó durante la audiencia.

“Ni en este proceso ni en la causa penal se ha trabajado para arribar a la verdad”, indicó Poderti y se quebró al afirmar que su vida “es un infierno” y así relató cómo la situación afectó a sus hijos. “Yo le prometí a mi familia que no iba a renunciar”, añadió y negó todas y cada una de las acusaciones en su contra.

Los planteos de la defensa

La defensa sostuvo que ambos cargos —la falta de celo y el procesamiento— “tienen la misma base fáctica” y que los hechos “ocurrieron cuando era secretario”, por lo que no podrían ser juzgados en el marco del jurado. Planteó que el jurado debía declararse incompetente para intervenir, argumentando que “solo puede evaluarse su conducta tras ser designado juez, no antes”.

Al responder, el senador Luis Juez (Frente Pro) señaló que “es un hecho que no se conoció” al momento de su nombramiento y afirmó: “Necesitamos jueces con integralidad. No tenga ninguna duda de que el Senado, si hubiera tomado conocimiento de esta conducta, no habría prestado acuerdo” para la designación de Poderti.

Por su parte, el senador Eduardo Vischi (Unión Cívica Radical) remarcó que se juzga la “idoneidad e integridad para ejercer la función pública”, y advirtió que la confianza social está “sumamente mellada”. “Si resquebrajamos la justicia, resquebrajamos la república, las instituciones y también la democracia”, sostuvo.

“Su legado no tiene ningún elemento de otra inconducta”

Su defensa también habló de lo “burdo” del caso, y planteó que Poderti se desempeña hace 30 años en el Poder Judicial y que su “personalidad y conducta no condice con lo que se le imputa”. “Es un delito que hasta un infante se da cuenta que va a terminar con una persecución”, dijo el letrado, al tiempo que señaló “innumerables hechos de inseguridad en cajas” similares de entidades bancarias, como también supuestas “irregularidades del arqueo del secretario posterior que verificó el faltante”.

Las monedas no aparecieron en ningún allanamiento y el juez federal tampoco tuvo “incremento patrimonial”, según detalló y dijo que quedaron en la caja fuerte monedas y lingotes de oro. "¿Cuál es la lógica criminal de sólo llevarse una parte del botín?", se preguntó. También explicó que Poderti entregó rápidamente las llaves de la caja fuerte cuando se las requirieron y que no sabía del faltante.

¿Quién me quiere fuera?

Con esta pregunta Poderti inició su presentación y contestó preguntas de los consejeros. “Ni en este proceso ni en la causa penal se ha trabajado para arribar a la verdad”, indicó y se quebró al afirmar que su vida “es un infierno” y así relató cómo la situación afectó a sus hijos. “Yo le prometí a mi familia que no iba a renunciar”, añadió y negó todas y cada una de las acusaciones en su contra.

Por último, el magistrado ligó la situación a causas penales -vinculadas al narcotráfico- que tramitaron bajo su órbita y, además, teorizó diversas hipótesis para justificar la inusual faltante: complicidad bancaria, el acceso a la caja fuerte sin llave o con otra llave “melliza”, problemas de la cerradura, la intervención de un tercero, entre otras posibilidades.

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