Después de 22 años en la Corte Suprema y a días de abandonar esa silla por su cumpleaños número 75, el juez Juan Carlos Maqueda decidió romper el silencio que se impuso desde su llegada al máximo tribunal durante un homenaje por su trayectoria. En medio de la emoción por el agasajo y el repaso de su vida pública, Maqueda advirtió que veía con “preocupación” los “nubarrones en el horizonte” que se advierten en las democracias del mundo. “Temo por los poderes judiciales y los poderes legislativos; temo por las instituciones”, disparó.
“Yo sé que el Poder Judicial es molesto para todo Ejecutivo. Pero eso se da por los límites que se le ponen y esos límites debemos seguir reinvidicándolos”, aseguró. El ministro de la Corte hizo hincapié en las preocupaciones de los gobiernos inclinadas a ir por los resultados en vez de prestar atención a los métodos. Por eso convocó a recuperar “el camino de la democracia constitucional”. Llamó a “hacer educación cívica de la democracia” porque “la democracia no es solamente elegir Presidentes de la Nación”.
En el auditorio del Colegio Público de la Abogacía de la Capital Federal no había funcionarios del Ejecutivo. Sí estaban sus colegas de la Corte Suprema: el presidente Horacio Rosatti y el vicepresidente Carlos Rosenkrantz. Y el académico propuesto por Milei para integrar el máximo tribunal, Manuel García-Mansilla.