“Cuando me nombraron CEO de YPF la acción cotizaba a 10 dólares, ahora está en 24. Mi objetivo es que en 2027 llegue 60 y en 2031 con el GNL puede superar los 100 dólares”, afirmó Horacio Marín en una entrevista con Carlos Pagni que provocó un gran entusiasmo entre los traders.
Si bien la mayoría de los analistas consultados considera que las proyecciones de Marín son un tanto ambiciosas, hay un consenso respecto a la oportunidad de que continúe la tendencia positiva que atraviesa la petrolera de mayoría estatal.
“En este difícil momento de la economía argentina, está claro que el sector exportador es el que va a tener la mejor de las suertes. Y ahí esta YPF con proyectos muy importantes y un plan muy bueno que genera mucho optimismo en el mercado. Cuando salió a cotizar por primera vez, el IPO tuvo un precio de 20 dólares. Ahora está en ese mismo valor, lo que hace suponer que podría haber una valorización importante en el papel de llevarse a cabo la expansión programada por Marín”, indica Francisco Uriburu.
Actualmente, la compañía está en un proceso de crecimiento gradual en su producción de crudo con miras a la exportación. Por un lado, mediante el oleoducto Otasa para llevar crudo a Chile. Y, en el sentido inverso, con la duplicación del sistema de Oldelval para poder exportar mucho más desde el puerto de Bahía Blanca.
Pero hay dos proyectos que son mirados con mucha atención por el mercado por la magnitud que tendrían para YPF y el resto de la industria. “Son un game changer”, coinciden los expertos. Se trata del oleoducto Vaca Muerta Sur y el Proyecto Argentina GNL, con los cuales el país podría exportar más de 30.000 millones de dólares al año.
“Marín ha desarrollado una estrategia correcta y está llevando a cabo tres puntos que significarían un crecimiento exponencial para la compañía: mayor inversión en Vaca Muerta, desinversión en pozos maduros y desarrollar el negocio del GNL. Determinar el precio de una acción a largo plazo es muy difícil en Argentina, pero creemos que puede llegar a 40 dólares en 2027”, dice el presidente de Conetxia, Miguel Sinigaglia.
Según el analista, YPF tiene un Price Earning Ratio (capitalización bursátil sobre beneficio neto) muy bajo cerca de 7, lo que indica que la acción está infravalorada y tiene mucho potencial de crecimiento.
Rubén Ullúa es incluso más optimista y afirma que los valores podrían llegar cerca de 50 dólares. “El máximo histórico que registra el ADR de YPF ajustado por dividendo es equivalente a 48,5 dólares. Yo creo que es totalmente factible que vuelva a esos valores y tranquilamente puede ir más allá. Darte una proyección puntual es muy prematuro y también dependerá del contexto global, pero si me tengo que inclinar hacia una tendencia, te diría que el ciclo es favorable”, subraya.
En cambio, desde Adcap se mostraron mucho más cautos y manifestaron que el proceso dependerá de múltiples variables. “YPF es el principal pilar de la energía en la Argentina, esos precios creemos que son muy optimistas y depende de cómo va a ser el éxito de la estrategia de dejar un poco de lado los pozos más maduros y convencionales. Aún falta mucho, tenemos una visión constructiva de la empresa, pero sería en este momento un poco hacer futurología hacer una proyección a largo plazo”, sostiene Santiago Ruiz Guiñazú, Head of Equity Sales & Trading.
Entre tanta euforia, la pregunta lógica que emerge es por qué la acción está tan barata si los movimientos del mercado siempre se anticipan a los fenómenos de la realidad. Y, obviamente, la respuesta es que, así como existe una gran oportunidad, también hay un gran riesgo.
Históricamente, YPF fue usada por la mayoría de los Gobiernos como ancla inflacionaria. Especialmente en años electorales, se forzaba a la petrolera a atrasar sus precios para no generar descontento social. La segunda cuestión que pesa sobre la petrolera es el juicio por la expropiación en Estados Unidos que por el momento la deja afuera de toda responsabilidad, pero la intención de los demandantes es volver a incluirla al reunir una mayor garantía de pago que el Estado argentino.
Finalmente, la suerte de YPF siempre estuvo atada al desempeño de la economía local. Con lo cual su éxito depende del plan económico del Milei. “El escenario alcista de YPF va alineado al escenario alcista de argentina. Al fin y al cabo, puede tener algún driver más asociado al sector, pero en general va todo asociado al riesgo argentino y eso tiene q ver con lo q ocurra con la política y con este gobierno en particular”, advierte Ullúa.
“Está pagando tasas de interés muy altas debido al riesgo país en el que está inmersa y por el tema del juicio. También sufre una caída de ventas en el mercado interno y en el eventual caso de una devaluación afectaría muchísimo sus ingresos ya que por ahora siguen proviniendo mayoritariamente de la venta de combustible local y no la exportación”, explica Uriburu.