La bodega está presentando en la Argentina y en el mercado internacional la cosecha 2022 de su vino ícono, que se lanza a un precio de $159.100

En la industria vitivinícola argentina se da un caso realmente singular: una bodega que produce un solo vino y le alcanza para ser una de las marcas embajadoras del vino nacional en el mundo.

El equipo de enólogos e ingenieros agrónomos dedica los 365 días del año en cuidar dos fincas que dan vida a esta única etiqueta, de la cual hoy se está presentando su última cosecha.

Cada año, este vino es muy esperado por vinotecas especializadas y por restaurantes, que buscan asegurarse un pequeño cupo del lote de partida limitada.

Se trata de Cheval des Andes, un vino que es bodega y una bodega que a su vez nació de un joint venture entre dos nombres importantes de la vitivinicultura del Nuevo y Viejo Mundo: por un lado, Terrazas de los Andes en Argentina y, por otro, Château Cheval Blanc, en Francia. El proyecto se concretó en 1999 con el objetivo de fusionar la tradición francesa con la impronta de dos grandes terroirs argentinos. Ese viaje, que ya cumplió más de 25 años, hoy vuelve a convertirse en noticia, no solo por la llegada de su añada 2022, sino también por la presentación oficial de su nuevo enólogo, el francés Pierre Polbos.

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Cheval des Andes presentó la cosecha 2022 del único vino que produce
 

Si bien el corazón del proyecto está en Las Compuertas, Luján de Cuyo, donde poseen 32 hectáreas -y donde Cheval des Andes además está levantando su propia bodega-, el blend no estaría completo sin el aporte vital de la finca de Altamira, en Valle de Uco, donde trabajan otras 15 hectáreas.

La bodega siempre defendió la idea de ser un "Grand Cru de los Andes", trasladando desde Francia a estas tierras el concepto que hace referencia a un viñedo de calidad excepcional, que permite alumbrar un vino de clase mundial.

"Tenemos una visión de Cru y venimos trabajando con esa filosofía desde hace mucho tiempo. Mi misión aquí es la de hacer el mejor vino posible a partir de estos dos grandes terruños", explicó Polbos a iProfesional, durante la presentación de Cheval des Andes cosecha 2022.

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Pierre Polbos, enólogo de Cheval des Andes
 

"Siento que lo que puedo aportar es mi foco en la precisión. Estuve en Cheval Blanc durante siete años con esta visión de trabajar al detalle el viñedo. Ahora llego a una bodega en la que los enólogos que me precedieron han hecho un trabajo fantástico para producir el mejor vino posible, siempre respetando dos aspectos fundamentales: poner en la botella los dos lugares, Las Compuertas y Altamira, cada uno con sus propias facetas y reflejar las condiciones climáticas de cada añada".

Cómo es la nueva cosecha del vino ícono argentino

El enólogo señaló que esta cosecha marca un punto de inflexión porque el Cabernet Sauvignon ganó un importante terreno en la proporción del corte final frente al Malbec, que en añadas anteriores tenía un peso más importante.

Así, el Cabernet Sauvignon explica el 65% del corte, mientras que el 30% corresponde a Malbec, en tanto que el 5% restante queda en manos del Petit Verdot, una variedad que vuelve a decir presente -como en la cosecha 2021-, luego de algunos años fuera de la fórmula. 

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La columna vertebral de la cosecha 2022 está marcada por el Cabernet Sauvignon
 

"Hasta 2021, el corte solía ser un 50%-50%, pero esta añada 2022 refleja mejor el potencial productivo del viñedo y todo el trabajo que se hizo para que el Cabernet Sauvignon gane más participación", detalló Polbos, que aseguró que no fue una decisión precipitada: "Fue un trabajo enorme que la bodega viene llevando adelante hace unos 15 años".

Así, para el enólogo, que viene de una intensa experiencia en Saint-Émilion, esta cosecha -que marcará el estilo de las próximas, que ya están en barrica- significa "una nueva página" en la historia de la bodega. 

¿Qué propone Cheval des Andes 2022? Es un vino al que hay que darle tiempo en la copa: no esperes una bomba de frutas, ni una madera regodeándose en las notas de caramelo; hay capas de costura fina que requieren que el vino se oxigene. Te aseguramos que el primer contacto no va a ser igual a los sucesivos. A medida que el vino va ganando tiempo en la copa, irá mostrando notas de fruta roja y negra sanamente madura, un trazo herbal delicado y un sutil especiado; bien de fondo sí se va a sentir la madera, que con los años bajó la intensidad, de la mano de recipientes más grandes y menores niveles de tostado. En boca, este tinto muestra estructura pero se nota que el equipo enológico no quiso desarrollar mucho músculo: hay balance, fluidez y elegancia. Los taninos dejan una textura ligeramente rugosa, con un tanino que puede percibirse con una sensación de grano más fino, propio del Malbec, pero que también tiene su grip, y ahí seguramente haya que pensar en la mayor preponderancia del Cabernet Sauvignon y en ese toque del Petit Verdot, que suma carácter incluso con un 5% en el corte. Su final está marcado por una rica acidez, bien ensamblada, que se corresponde con una vendimia que fue ideal en términos climáticos.

Polbos resaltó una máxima que rige desde los inicios de la bodega: como siempre, se propusieron alumbrar un vino listo para beber hoy pero con gran potencial de guarda; un potencial que, según el enólogo, se prolongará todavia más de la mano del nuevo corte. 

Cheval des Andes es un caso singular: no solo es una bodega que elabora un único vino, sino que este vino también es uno de los grandes embajadores en el mundo y con la bandera del Cabernet Sauvignon argentino cada vez más alta.

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