El escrito completo publicado por los Organismos de Derechos Humanos busca expresar sus sentir y hacer reflexionar a los ciudadanos sobre lo vivido durante la última dictadura cívico-militar-eclesiástica vivida en el país.
Es oportuno recordar que esta Dictadura no solo dejó el luctuoso saldo de un genocidio con secuestros, centros clandestinos de detención y aniquilamiento, ejecuciones sumarias clandestinas, exiliados, robos de bebés y 30.000 personas desaparecidas, entre otros delitos que ofenden a la humanidad toda; sino que dicha represión buscó tanto el saqueo y endeudamiento inmediatos, como también llevar a cabo profundas reformas estructurales sociales económicas para lograr la restauración del sistema oligárquico pre-democrático (previo a la ley Sáenz Peña) y romper el equilibrio en la distribución igualitaria en la participación de la riqueza entre las fuerzas del trabajo y el capital que se lograron durante los gobiernos elegidos libremente por el sufragio universal.
Como pueblo, supimos decir NUNCA MÁS. Pero esto no termina en un anhelo, sino que conlleva una tarea colectiva. Así, advertimos para que exista el NUNCA MÁS debemos seguir cultivando la MEMORIA, esto es mucho más que la historia, pues debemos hacernos cargo y reconocernos víctimas y sobrevivientes de un genocidio, aun cuando se haya nacido posteriormente o no ser familiar o víctima directa del horror. Ello significa asumir que todos somos víctimas de la más sangrienta Dictadura. Somos –en presente- pues los delitos de lesa humanidad se siguen cometiendo de continuo pues aún tenemos 30.000 desaparecidos y cientos de hombres y mujeres que todavía no recuperaron su identidad, ello y múltiples efectos que en la educación, en el trabajo, en la cultura, en lo político, en todas las dimensiones de nuestra existencia.
Para que sea posible el NUNCA MÁS debemos desentrañar la VERDAD, insistir con la difusión de los crímenes y consecuencias del Terrorismo de estado por los distintos medios, apoyar las investigaciones de los científicos sobre esta temática, instar a una mayor presencia de lo ocurrido en los contenidos curriculares de los diversos niveles educativos, y de esta manera resistir al oscurantismo, la clandestinidad y la mentira que usaron los dictadores y sus cómplices, y no dejar de denunciar el negacionismo de los interesados en la impunidad o peor aún, a quienes intentan reivindicar los crímenes cometidos.
Quizá alguien pueda pensar que se trata de un tema lejano, nostálgico, accesorio y/o partidario. Sostenemos todo lo contrario, es un TEMA CENTRAL Y ACTUAL pues nuestra joven democracia, desde su recuperación hace poco más de 40 años, se encontró severamente condicionada por el plan de los verdugos hasta el presente, salvo la positiva experiencia de progreso y recuperación de derechos de los gobiernos populares entre el 2003-2015, los recursos de trabajadores y trabajadoras les son transferidos a los mismos poderosos grupos económicos-financieros que fueron ideólogos, partícipes y grandes favorecidos de la Dictadura, sumiendo a la mayoría del pueblo en pobreza, desesperanza, bronca hacia las instituciones estatales y hasta decepción con el sistema democrático.
Es cierto también, que en estos años los argentinos fuimos capaces de avanzar en resistencia a este panorama, logrando uno de los consensos que todas las fuerzas políticas y sociales han acuñado: Nunca Más al terrorismo de Estado, Nunca Más a las dictaduras. Asi, fuimos ejemplo en el mundo al juzgar a las Juntas Militares en 1985 y desde la anulación de las leyes de “obediencia debida” y “punto final” en Argentina hay 1.159 personas condenadas como resultado sentencias emitidas en los procesos por delitos de lesa humanidad cometidos durante los años del terrorismo de Estado, actualmente continúan los juicios en todo el país.
Estos juicios se motorizan principalmente por la militancia de los organismos de Derechos Humanos y los familiares de las víctimas, a pesar de que las estructuras del Poder Judicial de la Nación entorpecen el avance de las causas, por lo cual hay más de 1500 represores que fallecieron antes de ser juzgados por sus crímenes, vale recordar y reconocer la excepción que significó el Juez catamarqueño Dr. Juan Carlos Reynaga, quien desde los distintos Tribunales Orales Federales que intervino supo honrar digna y valientemente su cargo.
En este punto cabe expresar nuestro REPUDIO a la resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que luego de una demora de 8 años, ratificó sin dar una explicación, la anulación de las condenas de Nakagama, Carrizo Salvadores y Acosta, responsables de la MASACRE DE CAPILLA DEL ROSARIO, dejando como única posibilidad la de buscar la justicia en los tribunales internacionales.
Por ello, y tal como nos enseñaron las verdaderas heroínas que con su lucha nos legaron la recuperación democrática, las MADRES Y ABUELAS DE PLAZA DE MAYO, seguimos exigiendo sin descanso la JUSTICIA, nunca la venganza, JUSTICIA para que todos los responsables civiles y militares tengan juicios públicos, con todas las garantías constitucionales, y que paguen con cárcel efectiva por sus actos.
Hoy, ante un gobierno nacional que, escudándose en la crisis económica, sigue una deriva autoritaria, jactándose del desconocimiento de la justicia social y los derechos fundamentales, empeorando todos índices económicos-sociales, haciendo del odio, la violencia y la crueldad un modo de actuar políticamente, que desprecia el rol del estado en la sociedad, los militantes de los organismos de derechos humanos de Catamarca debemos expresar que:
REPUDIAMOS la violencia y descalificaciones realizadas por el presidente y sus voceros contra quienes piensan diferente, buscando su deshumanización. Alertamos que esta táctica fue usada por el nazismo y también por los verdugos de la Dictadura de 1976, para luego “legitimar” la persecución y la posterior supresión de opositores.
Repudiamos los miles de despidos de trabajadores públicos y el cierre de organismos en el estado nacional, que intentan justificarse con datos falsos.
Especialmente repudiamos LOS DESPIDOS EN EL ÁMBITO DE LA SECRETARÍA DE DERECHOS HUMANOS y exigimos que se revoque la desarticulación de las políticas de Memoria.
El estado no es una organización criminal, pero SÍ ES UN CRIMEN que Milei niegue la medicación y tratamiento a los enfermos oncológicos y el alimento a los comedores y merenderos populares.
Recordamos que los derechos humanos sociales, económicos, culturales y ambientales no deben tener regresiones pues eso viola la Constitución Nacional y los Tratados Internacionales de Derechos Humanos, por ello EL PRESIDENTE Y SUS FUNCIONARIOS SON RESPONSABLES DEL DAÑO QUE CAUSA EL DESFINANCIAR LAS POLÍTICAS DE ESTADO en atención al acceso a derechos: a la salud, alimentación, educación, género, vivienda, servicios públicos, contra la discriminación etc.
Ante la miseria planificada, el ajuste, la recesión económica, la destrucción de puestos de trabajo, la licuación de salarios y jubilaciones, es fundamental sostener los derechos humanos a la LIBERTAD DE EXPRESIÓN, A LA HUELGA Y EL DERECHO DE PROTESTA que no pueden ser desconocidos, negados ni desnaturalizados por el Estado;
El DNU 70 debe ser anulado por inconstitucional, absurdo y por atentar contra la república avasallando la división de poderes, atribuyéndose las facultades exclusivas del Congreso Nacional, donde están los representantes del pueblo;
Exigimos a nuestros Diputados y Senadores nacionales que no cedan ante los aprietes y extorsiones del gobierno nacional para aprobar leyes que importen una reforma constitucional encubierta, mucho menos normas en desmedro de los derechos laborales, previsionales, género, etc., o que deleguen facultades que signifiquen otorgar la suma del poder en el gobierno nacional;
Exhortamos al gobierno provincial a exigir a la Nación el envío de los fondos del FONID para el salario de los docentes, también los fondos para el transporte y los fondos para la urbanización de lotes para barrios populares.
Respecto al panorama local, exigimos al gobierno provincial y a los gobiernos municipales a GOBERNAR CON PERSPECTIVA DE DERECHOS HUMANOS, que no es una mera evocación de esta fecha o una mínima Dirección en un organigrama, sino una constante vocación de implementar políticas públicas de igualdad y justicia social para mejorar la vida de las personas generando EN LOS HECHOS UN REAL ACCESO A LOS DERECHOS a la salud, alimentación, género, educación, trabajo, vivienda, servicios públicos, etc.; de garantizar un ambiente sano; de gestionar la seguridad ciudadana con agencias policiales formadas y equipadas para la contención y resolución de conflictos, en cercanía con los vecinos, evitando la militarización que conlleva la corrupción, aplicación del gatillo fácil, la tortura y mayor inseguridad.
Por último, aunque hoy se vea un panorama sombrío, confiamos en nuestro pueblo argentino para seguir avanzando en la conciencia de los Derechos Humanos, TENEMOS ESPERANZA POR TODO LO CONSTRUIDO COLECTIVAMENTE, por la vigencia y actualidad de todas las luchas de nuestros 30.000 desaparecidos y también porque somos un pueblo que ha enarbolado las banderas de MEMORIA VERDAD Y JUSTICIA como parte de su identidad nacional.
Comprovincianos: Por la convivencia en Democracia, por el Estado de Derecho, por el respeto a los Derechos Humanos, por amor a la Patria, NUNCA MÁS!