El panorama en el ámbito sanitario de Argentina se encuentra en un período de alta exigencia, no solo debido a los incrementos divulgados por diversas empresas de salud privada, que fluctúan entre el 40% y el 50%, sino también por el elevado costo de los fármacos, lo cual ha generado una notable dificultad de acceso a los medicamentos por parte de la sociedad.
Para profundizar en la cuestión, en el reporte presentado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), se observa una disminución en el consumo de medicamentos en términos de volumen durante el período que abarca desde diciembre hasta enero de 2024, registrando un declive del 45,8%.
“En el 2023 los medicamentos aumentaron más del 300% mientras que la inflación fue de un 211%. Esta situación pone de manifiesto la urgente necesidad de abordar la problemática de manera integral", manifestó Mario Koltan, presidente de Boreal Salud.
Actualmente, si el Estado no actúa regulando la política de precios de medicamento, como en todas partes del mundo, porque únicamente acá estamos viviendo una experiencia así, los medicamentos se transforman en algo inalcanzable, por lo tanto, el derecho constitucional de salud entra en zona de riesgo", agregó Koltan.
"Hoy, muchos de los ciudadanos no pueden acceder a los medicamentos necesarios debido a los costos que estos conllevan", culminó el ejecutivo, resaltando la importancia de que estos reduzcan su precio.
Además de ello, los actuales precios de los medicamentos no solo son equiparables con la tasa de inflación, sino también con el salario promedio de los ciudadanos. Esta disparidad emergente agrava el escenario aún más.
De igual modo, es importante tener presente que, en la actualidad, son escasos los habitantes que pueden designar una parte significativa de sus ingresos a comprar medicamentos, lo que conduce a un aumento en el abandono de distintas terapias, problemas de salud adicionales y, en el peor de los casos un alza en los costos del sistema de salud pública, debido al número de la población que requeriría asistencia. Es por ello que, frente a este escenario, es indispensable que cada componente del ámbito de la salud se una con el propósito de encontrar respuestas adecuadas. La implicación dinámica, tanto de la industria farmacéutica como de los expertos en salud, las entidades gubernamentales pertinentes y los grupos sociales, se torna crucial para diseñar medidas que contrarresten las repercusiones derivadas del alza de precios. La transparencia y el trabajo colaborativo entre estos campos resultan imprescindibles para hallar soluciones perdurables en el tiempo.