"Hay 2 millones de psicólogos en el mundo y más de 200 millones de personas buscando hacer terapia. Sin embargo, unos y otros no se encuentran", dice Michelle Benenzon, estudiante de Psicología en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y una de las tres fundadoras de Menta, una startup que nació en marzo de 2024 con la misión de facilitar el acceso a salud mental de calidad a través de la tecnología y la inteligencia artificial.

Menta se define como una Mental Health Tech y fue fundada por Lucas Tortonese —psicólogo recibido en 2022—, Michelle Benenzon y Yamil Juri, licenciado en informática por la Universidad del Aconcagua. Con apenas un año de vida, ya reúne más de 1.400 profesionales de la salud mental y más de 3.500 consultantes registrados en su plataforma. Su diferencial es una herramienta de inteligencia artificial llamada Menty, que funciona como una suerte de admisión clínica: a partir de un texto redactado por el consultante —cómo se siente, qué prefiere, qué busca en un profesional—, la IA analiza el perfil y sugiere tres psicólogos adecuados para su problemática y preferencias.

"El objetivo es que ayudar y pedir ayuda sea lo más fácil posible. Queremos potenciar la psicología, no reemplazar el acompañamiento humano con tecnología", explica Benenzon. En la práctica, esto significa que Menty no solo ofrece un ‘match’ veloz —en segundos— con psicólogos matriculados, sino también seguridad, ya que todos están validados por la plataforma antes de estar disponibles en el marketplace.

Además del matecheo asistido por IA, Menta ofrece un software integral para los profesionales, que incluye historia clínica digitalgestión de agendafacturación, seguimiento de pagos y otras funcionalidades pensadas para resolver los aspectos operativos. "El profesional de la salud mental no está acostumbrado a utilizar herramientas tecnológicas, y la realidad es que le permitirían hacer un seguimiento integral de sus pacientes sin perder tiempo en tareas administrativas. Lo operativo se automatiza para que el foco esté en la persona", explica.

El único servicio que aún no ofrecen —pero que ya están evaluando— es que los pacientes puedan abonar las sesiones (ya sean online o en consultorio) a través de la plataforma, de modo que los profesionales puedan evitar, quizás, el incómodo momento de tener que cobrar o reclamar un pago.

Del consultorio al escritorio

Menta no solo piensa en individuos; también desarrolla soluciones para empresas y centros de salud mental. "Por un lado, el software para clínicas; y por otro, Menta como beneficio para los empleados: las empresas contratan la plataforma para ofrecer sesiones y herramientas de bienestar a su personal", explica Tortonese. El servicio se estructura en tres pilares: medición de indicadores como burnout motivación, acceso a terapia con descuentos, y capacitaciones o talleres de salud mental. Actualmente, Menta trabaja con cinco compañías del sector de ventas y finanzas, pero apunta a crecer hacia todos los rubros, especialmente aquellos donde el bienestar emocional presenta mayores desafíos.

Para los consultantes, el uso de la plataforma es totalmente gratuito; solo se abonan las sesiones, cuyos valores son fijados libremente por cada profesional. Para los psicólogos, existen tres planes: uno gratuito, que permite acceder a funcionalidades básicas y atender hasta tres pacientes; el Plus de u$s19,  que amplía el acceso a diez pacientes y habilita métricas, soporte prioritario y acceso a Menty; y un plan Pro de u$s26, con capacidad para pacientes ilimitados, posicionamiento destacado, capacitaciones y beneficios exclusivos.

Hoy, alrededor del 5% de los profesionales suscriptos pagan por alguno de los planes. El equipo considera que esta conversión irá creciendo a medida que los usuarios —tanto psicólogos como empresas— perciban el valor agregado. "Primero apostamos a que nos conozcan. Lo importante es que lo prueben y vean cómo les cambia la dinámica", dice Tortonese.

Tecnología con criterio clínico

Con base en Argentina y presencia en diez países de la región —principalmente Colombia, México y Chile—, el plan de Menta es continuar su expansión. "Lo bueno es que hay muchos países, como México y Colombia, donde el bienestar emocional está regulado por ley y las empresas están obligadas a ofrecer herramientas de salud mental. Eso nos abre muchas puertas", señalan.

"La pandemia masificó la terapia online. Hoy las fronteras no son un obstáculo: tu psicólogo ideal puede estar en otro país", agrega Benenzon. En muchos casos, la expansión fue orgánica, apalancada por embajadores de marca: psicólogos que probaban la plataforma, daban su feedback y luego la recomendaban en sus redes.

Respecto al futuro, los fundadores ya piensan en la evolución de Menta como un verdadero "copiloto del profesional". "Entre las funcionalidades que estamos desarrollando se incluye un bot que pueda seguir acompañando al paciente entre sesiones, con ejercicios o recursos definidos por su terapeuta. Si el sistema detecta una crisis o urgencia, puede alertar al profesional en tiempo real", detalla Juri.

"Además, sabemos que mucha gente ya usa ChatGPT como psicólogo, y no deja de ser un modelo generalista que no está específicamente entrenado ni regulado. Nosotros queremos ofrecer una alternativa segura, con un encuadre humano y profesional. Esta herramienta va a ser un complemento del terapeuta entre sesiones, para lograr una continuidad terapéutica real", aclara Benenzon. Un detalle no menor, agrega Juri, es que la IA elimina cualquier tipo de sesgo o prejuicio, pero no reemplaza al profesional: "al menos hasta ahora, solo el humano puede empatizar".

Además, están integrando sus propios servicios de videollamada, mejorando las funcionalidades de agenda, notas clínicas por audio y acceso a la plataforma directamente vía WhatsApp, una vía que —descubrieron— es más utilizada por los profesionales que una app específica.

El proyecto fue financiado íntegramente por los tres socios fundadores con recursos propios. El desarrollo demandó una inversión inicial de alrededor de u$s15.000 y duró entre tres a cuatro meses. Aunque aún no recuperaron esa inversión, aseguran que no están apurados por hacerlo. "Preferimos seguir reinvirtiendo. Queremos un producto sustentable, con impacto real", dice Juri. 

Aunque han recibido ofertas de inversión, por ahora se mantienen cautos. "Aparecieron varios interesados, incluso fondos grandes. Pero no queremos perder la esencia. Si llega el momento, vamos a elegir con mucho cuidado", confiesa Tortonese.

Menta nació con el propósito de facilitar el acceso a la salud mental, conectando a las personas con psicólogos de manera rápida, segura y sin fricciones. A través de la tecnología y la inteligencia artificial, la plataforma redefine la forma de iniciar una terapia, combinando agilidad e innovación con criterio clínico. 

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