El conflicto en Medio Oriente sumó un nuevo capítulo con el anuncio de un ataque militar israelí contra puertos y puntos estratégicos en Yemen bajo control de los rebeldes hutíes. La operación, confirmada por el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, tuvo lugar en la madrugada del lunes, hora local, y fue bautizada como "Bandera Negra".

"Como parte de la operación 'Bandera Negra', las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están atacando vigorosamente objetivos del régimen terrorista hutí", indicó Katz en un comunicado. Y agregó: "La ley de Yemen es la misma que la de Teherán. Cualquiera que intente perjudicar a Israel será perjudicado. Los hutíes continuarán pagando un alto precio por sus acciones".

Entre los puntos golpeados se encuentran la central eléctrica de Ras Qantib y los puertos de Al Hudeida, Ras Issa y Al Salif, acusados por Israel de ser utilizados por los hutíes para transferir armas a Irán.

Respuesta tras ataques hutíes en el mar Rojo

El bombardeo israelí se produjo horas después de que un nuevo misil balístico fuera interceptado por Israel, lanzado desde Yemen, y tras un ataque hutí a un buque en el mar Rojo, en inmediaciones del puerto de Al Hudeida.

Aunque el reciente ataque contra el buque no fue reivindicado oficialmente por ningún grupo, las sospechas apuntaron rápidamente hacia los hutíes, quienes en los últimos meses han intensificado sus agresiones contra intereses israelíes y rutas marítimas internacionales.

"El ataque se llevó a cabo a raíz de los continuos ataques del régimen terrorista hutí contra el Estado de Israel, sus ciudadanos y su infraestructura civil", sostuvo el Ejército israelí en un comunicado, en el que también calificó a los hutíes como "representantes centrales del régimen iraní".

Confirmación hutí y tensiones regionales

El portavoz militar de los insurgentes hutíes, Yahya Sarea, confirmó los bombardeos israelíes a través de la cadena de televisión Al-Masirah, bajo control del grupo. Según informaron, Israel atacó el puerto de Hodeida y también los puertos de Ras Issa y Salif.

Desde el inicio de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, los hutíes han lanzado misiles y drones contra buques en el mar Rojo y hacia territorio israelí, argumentando que sus ataques cesarán solo cuando Israel ponga fin a su campaña militar en Gaza.

De acuerdo con cifras del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamas, la ofensiva israelí en el enclave palestino ha dejado más de 57.000 muertos, en su mayoría mujeres y niños, lo que incrementa las tensiones en toda la región.

Una escalada que inquieta al comercio global

La nueva ofensiva israelí en Yemen se enmarca en un contexto de máxima tensión en el mar Rojo, zona estratégica para el comercio mundial. Los ataques hutíes han obligado a desviar rutas marítimas, lo que encarece los costos logísticos globales y amenaza con impactar en los precios internacionales de bienes y materias primas.

Con esta operación, Israel busca enviar un mensaje de firmeza a Irán y sus aliados regionales, mientras la comunidad internacional observa con preocupación el riesgo de una escalada mayor en Medio Oriente que afecte tanto la seguridad como la economía global.

 
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