El sector turístico atraviesa un momento de creciente preocupación ante el bajo nivel de reservas para la temporada de invierno y la sostenida caída del turismo receptivo, especialmente desde Brasil, uno de los mercados clave. Así lo hicieron saber distintos referentes del rubro, quienes esta semana mantuvieron encuentros para evaluar la situación, que se agrava por la pérdida de competitividad en dólares y los altos costos impositivos locales.
Según datos oficiales, la afluencia de turistas brasileños cayó un 18,2% interanual, mientras que la llegada de visitantes desde Uruguay retrocedió 14,1% y desde otros países de América, un 12,5%. Paralelamente, crece el turismo emisivo: en mayo aumentó un 48,9% interanual, mientras que el receptivo bajó 10,1%, reflejando un marcado desequilibrio.
En ese contexto, empresarios hoteleros y gastronómicos advirtieron que el encarecimiento en dólares de la economía argentina, combinado con la apreciación del peso frente a monedas como el real brasileño, ahuyenta a los visitantes internacionales. "Mientras nosotros apreciamos nuestra moneda, Brasil la deprecia. La brecha se agranda y quedamos muy caros", explicó a Ámbito un referente del sector.
El Gobierno analiza incentivos fiscales
El diagnóstico es compartido en la Casa Rosada. El secretario de Turismo, Daniel Scioli, trabaja en una propuesta para establecer un IVA diferencial para el sector, similar al que ya aplican otros países de la región. Sin embargo, la medida choca con la postura del presidente Javier Milei, quien prioriza el equilibrio fiscal.
El impacto es dispar según la región. Por ejemplo, Ushuaia presenta buenos niveles de ocupación gracias al turismo interno y a delegaciones deportivas internacionales. En contraste, otros destinos patagónicos apenas alcanzan un 20% de reservas, según datos relevados por entidades privadas.
Más gasto en el exterior, menos consumo local
La preocupación del Gobierno también pasa por el fuerte incremento del déficit en la cuenta corriente, que en el primer trimestre del año superó los u$s5.100 millones, casi el doble de lo previsto en el acuerdo con el FMI. Solo el rubro viajes explicó un rojo de u$s2.755 millones.
Además, crecen los gastos de los argentinos en el exterior, principalmente a través del uso de tarjetas de crédito. El economista Amílcar Collante estimó que junio marcará un récord histórico de consumo en dólares por parte de turistas argentinos, superando incluso los picos de 2017 y 2018.
En el primer bimestre del año, más de 1,5 millones de argentinos viajaron a Brasil, y todo indica que el verano traerá una avalancha de vuelos a Miami, con American Airlines programando hasta cuatro vuelos diarios desde Buenos Aires entre diciembre y enero. La gran incógnita para el mercado es cómo se cubrirá el déficit turístico en divisas y con qué costo para la economía.