El papá de su personaje, que es dueño de un montón de empresas, tiene menos empleados por la recesión. Cómo nació Caro Pardíaco, las burlas a las amigas de su hermana cuando era chico. Por qué le gusta a la gente, la inocencia y la ternura del personaje. La industria del cine suspendida y los amigos que están sin trabajo. El asadito, las ensaladas y la familia que ve una película sentada en el sofá

Julián parece de 20, tiene cara de nene, pero va a cumplir 41 años. Su banda, El Kuelgue empezó como una banda de nicho, creció hasta hacerse masiva y tiene 20 años de vigencia. Acaba de venir de una gira por Europa con Zoe Gotusso. Es actor, trabajó en la tele, en el cine, en el teatro, y es el dueño del personaje del momento: Caro Pardíaco. Cada cosa que hace o dice Caro Pardíaco los miércoles en Olga se comparte, se multiplica, se viraliza. De familia de artistas, su papá es el maestro Mauricio Kartun.

– Es una vida hablando muchas horas de teatro. No iba a ser abogado o doctor sino algo relacionado con el arte. Es el tema de los nepobabys. Hay un prejuicio con los hijos de, porque tienen el beneficio de entrar en los medios, obviamente. Tiene que ver con cargar un apellido pero también tiene que ver con que todos los almuerzos de tu vida, todas las cenas de tu vida, se habló de teatro, fuiste a camarines toda tu vida. Y ese es el gran beneficio.

 Sí, diez tenía. Rebelión en la granja, con dirección de Víctor Laplace. Era teatro y yo lo quería hacer. Lo quería hacer a como dé lugar. Y comprarme una cámara de video con mi sueldo. Y estuvo bueno.

 

– Después vino Magazine for fai. ¿Les gustó a tus viejos que trabajaras en la televisión siendo tan chico?

– También me dijeron que sí porque estaba bien rodeado, estaban Mex, Nora Moseinco, Lucrecia Martel. Veían que era un buen proyecto y que yo lo quería hacer. Pero después no, después apareció un proyecto para una tira diaria y dijeron “no, no, no”.

– ¿Tenías 12 o 13 años?

– Ponele 13. No querían “el niño actor”.

El niño músico viene de una gira europea con su grupo de amigos. Todo empezó hace 20 años.

– Sí. Ahora, con 40 y pico, se fue agrandando la familia. Hay hijos, la técnica también se fue agrandando, la producción, ya es un equipo grande. Por el país viajamos 20.

– El Kuelgue es famosa por sus presentaciones en vivo, distintas entre sí y con mucha improvisación. O algo que se parece a la improvisación, no sabemos en realidad si lo que pasa es espontáneo o está planificado.

– Hay un guión, hay una puesta de luces, coordinación. Pero también hay momentos de las canciones que no están sujetos a nada y puede haber improvisación.

– Sos un gran improvisador y a la vez hay mucha estabilidad en tu vida. Caro Pardíaco explotó en los medios pero ya tiene 12 años de vida. Un personaje que vuelve a tener vigencia ahora. ¿Cuáles son las claves? ¿Sos muy estable?

– No, para nada. No sé bien por qué pasó, pero lo de Caro es como una evolución. Fue un personaje que progresivamente fue agarrando mundo. Se materializó en Cualca, hace 12 años y después lo hice en espectáculos de comedia. Este año gracias a que me llamaron los amigos de Olga tuvo ahí su pequeño estallido.

– ¿Pequeño? Enorme estallido. Cualquier cosa que dice se vuelve viral.

– Sí. Muy loco. Estoy solo un ratito los miércoles en el programa, se viralizan cositas y quedan ahí en TikTok o en La Lupita de Instagram. Y le llega a gente que nunca hubiese imaginado. Me paran personas de todas las edades.

“CARO EMPEZÓ CUANDO ME BURLABA DE LAS AMIGAS DE MI HERMANA. ME LLAMABA LA ATENCIÓN LA MANERA DE HABLAR, SIN CONTENIDO”

– Tu papá dijo hace poco que él se hace pis de la risa cuando te ve. Y contó además que empezaste con el personaje cuando eras chico, para burlarte de tu hermana.

– Sí, de las amigas de mi hermana en realidad. Porque me llamaba la atención esa manera de hablar sin ningún contenido, qué impresionante. Yo veía algo que pasa mucho en los adolescentes, que quieren ser adultos y terminan hablando con puros latiguillos, sin contenido. Eso es un poco Caro Pardíaco.

– Caro es hija de un empresario multimillonario. ¿Así eran las amigas de tu hermana?

– No, eso lo agarré de otro lado. Fui agarrando cosas de diferentes lugares. Como todo lo bueno que en realidad nace de la boludina. Cualca también nació así, éramos cinco amigos boludeando. El Kuelgue también, cinco pibes que querían hacer música. Yo venía de la actuación y alguien tenía que cantar, boludeando se grabó un disco y les gustó a algunos. Seguimos y ahora estamos en el quinto o sexto disco.

– Con el personaje hiciste durante toda tu infancia las delicias de tu familia.

– Sí, la primera prueba siempre es que me haga reír a mí y que se rían los cercanos. Si veo que a los amigos les causa gracia, va por ahí.

– ¿Cuántos años tiene hoy Caro? Estudia psicología.

– No dice la edad. Tiene un par de bares. Es empresaria de la noche, influencer, fitfluencer, todas esas cosas.

– Content creator.

– Sí, yo creo que debe tener 30 y pico porque cuando arrancó era una especie de adolescente y se vestía diferente. Ahora ya está más madura.

– Tu viejo dijo que no puede creer que hoy vivas del personaje, que esté produciendo ingresos. Y que tampoco puede creer que cuando va a hacer un trámite al Banco, por ejemplo, lo saluden por ser el papá de Caro Pardíaco. Al maestro Kartún.

– Sí, a una eminencia del teatro

“TODOS LOS PERSONAJES QUE HAGO SON PARA RIDICULIZARME”

– ¿Qué tenés vos de Caro y qué tiene Caro de vos?

– El personaje tiene mucho de mí. Todos los personajes que hago son para ridiculizarme a mí. Me parece que ésa es importante, reírse de uno mismo.

– Tiene tus gestos.

– Sí, claro. Siempre me dicen “¡Ay, te salio Caro Pardíaco!” Pero en realidad es mi gesto, un poco más caricaturizado, pero sí.

“CARO ES UN PERSONAJE INOCENTE, QUE NO TIENE MALDAD”

– ¿Cómo la describirías?

– Creo que es un personaje inocente, que no tiene maldad. Lo que pasa es que está en un contexto muy diferente al mío. Fue educada de una manera muy material y está rodeada de gente de mucha guita. Entonces siempre le importó eso, le importó mucho la estética, la guita. Ahora que está en Olga están empezando a aparecer mundos diferentes. Ella dice que va con su valijita de periodista o va con su valijita de astróloga. ¿Te acordás que había unas muñecas que se llamaban ¿Juliana periodista? ¿Juliana doctora? Es medio así ahora Caro, multifacética.

“SU PAPÁ TIENE UN MONTÓN DE EMPRESAS CON UN MONTÓN DE EMPLEADOS. AHORA MENOS, TUVO QUE ECHAR GENTE A LO LOCO.”

– Vive como en un mundo paralelo y está ahora conociendo un mundo más real. ¿Sigue siendo de clase alta?

– Sí, sí, sí. Es de clase alta. Su papá tiene un montón de empresas con un montón de empleados, ahora menos.

– ¿Ahora menos desde cuando?

– Desde el último medio año.

– ¿Por la recesión?

– Sí. Tuvo que echar gente, está echando a lo loco. Habría que preguntarle a ella. No creo que igual que quiera hablar de ese tema. Se metió en los negocios de la noche, tiene un par de bares. Tuvo visión, tiene tres bares y va a abrir un cuarto, “Dramah”

– ¿Cómo se llamaban los otros bares?

– “Pertenenciah” y “Bibliotec”. “Bibliotec” está bueno porque todas las paredes son como una biblioteca con los lomos de los libros. Los libros fueron quemados, pero se quedó con los lomos de los libros.

– Para decorar el bar.

– Para decorar, por supuesto, para eso sirven los libros. Siempre está ahí, en movimiento, haciendo cosas nuevas.

– Ella quería tener showrooms.

–Showrooms, no importa bien de qué. Sí, tiene showrooms.

– Vive en Zona Norte pero no conoce prácticamente ningún otro barrio.

– No, porque fue muy de ahí, de San Isidro, un poquito más al norte también. Yo estoy descubriendo también a Caro con estas preguntas. Porque no sé bien dónde vive específicamente. Ella dice ZN, zona norte. Este miércoles arrancó Andy Klinsmann, que es otro personaje en Olga. Andy Klinsmann, pero se hace llamar “El Internet”. Es un chico que quiere hacer trap o hip hop, música urbana y va a tener que ganarse el cariño de la gente con el tiempo porque Caro está muy instalada.

– Para las nuevas generaciones las viejas costumbres de Caro son importantes y están más vigentes incluso. Por ejemplo: para Caro es muy importante el desayuno saludable y por las mañanas se hace skincare. Va al gimnasio. Es como si te hubieras anticipado.

– Sí. Es contemporánea, digamos, siempre se fue renovando. La figura de la influencer hace 12 años no estaba tan instalada.

– Sos un anticipador de tendencias, asumilo. Sino, ¿cómo puede Caro tener tanto éxito en gente que tiene 15 o 20 años? ¿Cómo lo explicás?

– Supongo que por eso, porque es un personaje bastante real. En Olga tiene rebote con los chicos de la mesa, le hacen preguntas y se va construyendo su mundo, improvisando. Eso me parece que se nota, el espectador nota cuando está saliendo algo en el momento. Porque el personaje también fracasa en vivo, aprende, es lo que da la improvisación. Genera también una cosa mágica, hacerte protagonista a vos como espectador. Te vas dando cuenta que el personaje o el músico en los recitales lo está dando todo y a veces acierta y a veces fracasa.

– Sigo a una Caro Pardíaco en Instagram. ¿Cuántas cuentas hay y cuáles son las verdaderas?

– No sé, más de diez, seguro. Hay muchas.

– ¿Todas truchas?

– Todas truchas. Hay una real.

– ¿Viven de tu personaje?

– No creo. En algún momento sí vi una cuenta que estaba haciendo casinos online y le dije: eso no. No me jode que hagas chivos con el Instagram, porque tiene muchísimos seguidores, pero ese tipo de chivos no porque yo no los haría, prefiero que no.

– Hay algo que es nuevo para vos, que es lo masivo. El Kuelgue llegó al Luna Park, se presentará en estadios y está instalado, pero se produjo una explosión con Caro Pardíaco. ¿Cómo te llevás con eso?

– Bien, la gente es buena onda, la verdad que re bien. Sí, El Kuelgue siempre a velocidad crucero desde hace muchos años lo cual también permite poder divertirse grabando un disco, girar con los amigos. Si bien es todo mucho más profesional que hace diez hoy podemos vivir de esto. Creo que todo está bastante respaldado por esos momentos de juego, si no puede haber juego me parece que peligra todo. Pero en el estudio como en los shows como en los ensayos, hay momentos de impro, de juego, de boludeo entre amigos. Nos damos cuenta con los años que es lo que más genera contenido.

“SABEMOS PARA DONDE VA UN PUEBLO SIN CULTURA, LO QUIEREN ASÍ, QUIEREN UN PUEBLO QUE PIENSE POCO”

– ¿Qué te pasa con lo que dice Milei sobre el arte? ¿Sobre los gastos de los festivales, los subsidios, la cultura?

– Y… me duele bastante. En realidad no escuché nada específico, pero veo para dónde va. Más o menos sabemos para dónde va un pueblo sin cultura, lo quieren así. Quieren un pueblo que piense poco, que no tenga festivales, quieren que se vaya a lo necesario. ¿Tienen otras necesidades, no?

– Hablás en plural. ¿Para vos no es él solo?

– Hay una idea. Hay una idea de gobierno que tiene que ver con ampliar más la brecha, con que se caigan muchos del mapa y con que los que tienen mucho tengan más. Eso está claro, es una tendencia mundial también.

“POR ESA LOCURA DE QUERER CAMBIAR TODO HAY MUCHA GENTE SIN LABURO”

– Él se manifestó por Twitter. Preguntó, por ejemplo, cuánto se gastaba en el Cosquín Rock. Le parece que está mal gastar plata en festivales.

– Claro, que además es un festival privado que se hace hace no sé cuántos años y ahora se hace en España, en Estados Unidos, en Chile, en Uruguay. Ahí también te das cuenta que no hay ni siquiera un criterio. Es generarse enemigos. Lo veo también en amigos, gente que perdió un laburo que por ahí lo tenía hace diez años por esas locuras de querer cambiar todo y bajar gente. Está mal. Hay mucha gente sin laburo, pero en serio.

– ¿Amigos que hacen qué, por ejemplo?

– La gente de cine está totalmente parada. Hace un año había muchísimas producciones de plataformas o de cine, publicidad. Eso se cayó. Se cayó el cine, es impresionante.

– No hay subsidios.

– No hay subsidios. Y muchísimos otros laburos también, estamos en un momento salado.

– No hay plata, dice el Gobierno.

– …

“EL HUMOR DE CARO ES UN ESTADO. NO CHISTES, NO HAY REMATES. NO NECESITA RECURSOS OBVIOS PARA HACER REÍR”

– Te saludan desde los más chicos a los más grandes. Tu personaje es por streaming y se viraliza en las redes. Todos conocen hoy a Caro Pardíaco. ¿Qué suponés que articula con todas las generaciones hoy?

–El personaje es tierno. Y no tiene maldad, me parece que para destacar. No dice malas palabras, no necesita utilizar recursos muy obvios para hacer reír. Tampoco tiene chistes. ¿Viste que no tiene remates? No es que dice algo que genera una gracia, es un estado. Es como siempre me gustó el humor, como el humor de Cha cha cha, por ejemplo, o de Capusotto.

– Del absurdo.

– Del absurdo. Es una sensación, es un estado. No hay un chiste, un remate y el espectador se ríe. Y es una deformidad también. Debe tener que ver con algo de eso y con la inocencia del personaje. Y es un personaje que genera un misterio también porque tiene todo un mundo. Al principio lo ves y decís: ¿qué es esta deformidad? Y no le sacás la ficha hasta que en un momento le sacas la ficha y ya está. Tiene un entender lento, me parece.

– ¿A veces te sentís como Caro?

– Sí, totalmente. En esta nota, por ejemplo, ya el hecho de estar sentado

– ¿Sentado como Caro?

– Sí, es raro. También me mantengo ahí en la postura. En los gestos me dijiste vos. ¿Puede tener que ver con que vengo de cruzar la calle, de hacer a Caro en Olga? Por ahí es ella la que se parece a mí.

– ¿En el modo de pensar encontrás algo en común?

– No, en general es lo opuesto a mí, pero funciona de una manera muy loca la improvisación. Yo no es que tengo que pensar qué es lo que diría Caro Pardíaco, sino que hay algo del físico que habla naturalmente, sale.

– Leí que tenés un cuadernito donde anotás chistes.

– Tengo mi cuadernito rojo, pero más que chistes son cualquier cosa, ocurrencias, pedazos de letras. Después de alguna manera entran a la fuerza en algo o una letra para una canción, o una idea para un personaje o para un show.

– Hay un cuadernito rojo y una birome. ¿No sos digital?

– Ayuda mucho el celular porque a veces no está ese cuadernito y grabo notas de audio o en el bloc de notas.

– ¿Después lo pasás al cuadernito?

– Sí, me sirve el cambio de formato, es otro lenguaje. Siempre se transforma algo al pasarlo al cuadernito o del cuadernito al Word.

– Tenes cara de bebé y costumbres de viejo, los más grandes escribimos en cuadernitos.

– Sí, el cuadernito es muy útil para mí. Hay una bocha de cuadernitos.

– Hasta ahora se nota un “ir viendo” en vos. Ir viendo, ir disfrutando y hacer crecer las cosas que disfrutás. ¿Viste que hay gente que quiere llegar a una meta y otros que vamos viendo?

– Es una gran frase, “vamos viendo”. Sí, podría ser para un programa de tele. Vamos viendo, cada viernes se va cambiando, no importa bien el contenido. Y “to keep on going” es una frase que me gusta también, que es de Bobby Mcferrin, que es el gran improvisador de la música de las últimas décadas. Lo dijo en un congreso cuando vino a Buenos Aires. Dijo, ¿qué es para ustedes la improvisación? Empezaron a tirar frases y una persona muy especial dijo “to keep on going” y Bobby Mcferrin dijo “exactly”. Es como el “vamos viendo”, se resuelve sobre el pucho. Andando el carro se acomodan los melones.

– Te resultó el vamos viendo en la vida.

– Por ahora.

– ¿No hay ahora hijos ni pareja? ¿Es un tema tabú?

– No hay. Por ahora. En la actualidad no hay. Caro está en pareja ahora. Con Maximiliáximo. No, perdón, estaba con Maximiliáximo, que es un chico que trabaja en Tulum, ahora están separados. Ahora está con un chico que se llama Anagabriel (risas).

– Pero no se sabe de Julián

– ¿Yo?

– ¿Está bueno que no se sepa?

– Claramente.

– En el vamos viendo ¿hay alguna zanahoria?

– Sí, hay varias. Con la banda y con los proyectos es seguir conociendo lugares, ampliar y que nos escuche más gente en diferentes continentes, seguir viajando cada vez más cómodos. En lo actoral también ir haciendo proyectos que desafíen para crecer. Y por supuesto también el dinero.

– ¿Una casa?

– Si, para que los gatos tengan lugares más grandes para correr. Cuando iban a hacer Bañeros 3, Emilio Disi quería estar con Francella. Pero no, porque él estaba con el tema del prestigio. Esa zanahoria, la cuestión del prestigio.

– ¿Qué sería ahora? ¿El Teatro San Martín?

– No, teatro tradicional no creo. Por supuesto en una película.

– En el cine estamos en problemas porque no hay subsidios.

– No, justo ahora no. Actuar, actuar donde se pueda. A mí me ponés en algún proyecto donde me pueda divertir y voy a estar feliz. Me cuesta más seguir un guión, hacer una cosa más tradicional, o un drama. Pero si en el proyecto me puedo divertir, para mí va a estar bien.

– Entre las zanahorias no nombraste nada que tenga que ver con una familia.

–¡Estaría buenisimo! Sí, re. Estoy, estoy para esa. Asadito grande. Abrir unos vinos tintos, unas ensaladas. Con cosas, unas rúculas.

– ¿Formar una familia para comer juntos?

– Cualquiera. Estoy yendo al sueño americano. ¡Ver películas! Ver una peli rara y después cenar y decir “qué rara la peli”.

– Por streaming y con toda la familia.

– Eso me gustaría, tener todas las plataformas. Tengo algunas y otras las mangueo. Me encantaría, tengo ese sueño…

– Hay que ganar más plata.

– “Mi sueño es tener todas las plataformas” (risas).

– Y una casa más grande para que corran los gatos. Y una familia que se siente un sofá para ver una película todos juntos.

– Esas tres cosas

– Con una copa de vino.

– El vino. Me gusta.

– Ésa es la foto.

– Sí. Y está bien. Me parece que como una psicoanalista, me agarraste dos o tres zanahorias.

– Te vas de gira y queda la casa esperándote.

– La cuidan, ¿no? Porque hay plantas y todo.

– ¿Te llevás a todos?

– No, no me puedo llevar a los gatos a la gira.

– Pero las personas sí pueden acompañarte.

– No, en realidad preferimos que no. En las giras queda el equipo.

– No mezclemos.

– Nadie en camarines, nadie viajando con nosotros.

– Mucho menos en la combi que nos traslada.

– Es muy delicado. Son las cosas más tediosas y las que más extrañé en la pandemia, por ejemplo. Lo único que quería era meterme en una combi con 15 patas sucias a charlar con música fuerte.

– Ya tendrás a tus hijos para trasladarlos en combis.

– Daiana y Naiawarair (risas).

– Mirá. Son dos, la parejita. Qué lindo.

_Fuente: infobae.com

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