A 48 horas de la celebración de San Cayetano, patrono del pan, la paz y el trabajo, la Iglesia Católica envió un mensaje con fuerte tono social al Gobierno nacional y a toda la dirigencia política:

"En todo plan económico, cuidar el empleo debe ser una prioridad indeclinable".

El pronunciamiento se conoció mediante un comunicado de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), que cada 7 de agosto convoca a miles de fieles en templos y procesiones a lo largo del país.

Un llamado a proteger el trabajo en todas sus formas

Los obispos advirtieron que la pérdida de puestos de trabajo "hiere profundamente la dignidad de las personas y puede conducir al desaliento, el aislamiento y la pérdida de sentido".

En esa línea, remarcaron que ninguna política económica puede considerarse exitosa si conlleva despidos o genera incertidumbre sobre el futuro de los trabajadores.

El comunicado, firmado por el arzobispo de Mendoza y presidente de la CEA, Marcelo Colombo, y otros miembros del episcopado, resaltó la importancia de valorar todas las formas de trabajo:

Desde el empleo formal,

Hasta las changas,

Emprendimientos familiares,

Reciclado,

Y economía popular.

"Toda actividad que, con esfuerzo, lleva dignamente el pan a la mesa merece ser reconocida, acompañada y protegida", subraya el documento.

Fe y esperanza ante la crisis social

El mensaje recuerda la profunda devoción popular hacia San Cayetano y cómo esta tradición refleja la esperanza y solidaridad de los argentinos en medio de la adversidad:

"Nuestro pueblo no se resigna ante el sufrimiento y reza con esperanza, poniendo en manos de Dios sus necesidades personales y familiares más urgentes".

El comunicado concluye con una oración para que no falte el trabajo digno en los hogares argentinos y para que quienes hoy están desempleados o en la informalidad encuentren nuevas oportunidades que les devuelvan la esperanza y mejoren su calidad de vida.

 
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