El nombre de Donald Trump volvió a aparecer en el entramado de abusos sexuales que rodea al fallecido financiero Jeffrey Epstein, luego de que el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes publicara una serie de correos electrónicos que reavivan las sospechas sobre su vínculo con el empresario y su entorno.

Los documentos, que forman parte de un lote de 23.000 archivos entregados por el patrimonio de Epstein, fueron difundidos por legisladores demócratas y datan de entre 2011 y 2019. En ellos, Epstein menciona en repetidas ocasiones al expresidente estadounidense y sugiere que este "sabía sobre las chicas" involucradas en el esquema de explotación sexual que lo llevó finalmente a prisión.

En un mensaje fechado el 2 de abril de 2011, enviado a Ghislaine Maxwell —pareja y colaboradora de Epstein, hoy condenada a 20 años de prisión por tráfico sexual—, el magnate escribió:

"Quiero que te des cuenta de que el perro que no ha ladrado es Trump. (Nombre tachado) pasó horas en mi casa con él, nunca ha sido mencionado. jefe de policía. etc. estoy al 75% allí."

La mujer respondió el mismo día: "He estado pensando en eso".

Años después, en 2019, Epstein volvió a referirse a Trump en un correo dirigido al periodista Michael Wolff, autor de varios libros sobre el expresidente. En esa comunicación, aseguró:

"Por supuesto que sabía sobre las chicas, ya que le pidió a Ghislaine que dejara de hacerlo."

Estas revelaciones se producen en un contexto político sensible para Trump, que enfrenta múltiples causas judiciales mientras impulsa su candidatura presidencial. El contenido de los correos reabre un capítulo incómodo de su pasado, marcado por su relación con Epstein, a quien conoció en la década de 1990 y con quien compartió círculos sociales en Palm Beach.

Desde la Casa Blanca, la portavoz Karoline Leavitt rechazó categóricamente las acusaciones, acusando a los demócratas de "filtrar selectivamente correos electrónicos para crear una narrativa falsa" destinada a perjudicar al expresidente.

Según Leavitt, la mujer mencionada en los mensajes sería Virginia Giuffre, quien acusó al príncipe Andrés de Gran Bretaña y a otros hombres poderosos de abusarla cuando era menor de edad. Giuffre, quien murió por suicidio en abril, había declarado públicamente que Trump nunca estuvo involucrado en actos indebidos y que "no podría haber sido más amable" con ella durante los breves encuentros que mantuvieron.

"El hecho sigue siendo que el presidente Trump expulsó a Jeffrey Epstein de su club hace décadas por acosar a sus empleadas, incluida Giuffre", agregó la funcionaria. "Estas historias son esfuerzos de mala fe para distraer de los logros históricos del presidente Trump", remarcó.

Giuffre saltó a la esfera pública tras denunciar que fue captada a los 16 años mientras trabajaba en el club Mar-a-Lago, propiedad de Trump en Palm Beach. Fue Ghislaine Maxwell quien la habría reclutado en el año 2000 para ingresar en la red de explotación sexual de Epstein.

El financista cumplió una condena de 18 meses en Florida en 2008 por solicitar prostitución de menores, luego de un polémico acuerdo judicial que le permitió evitar cargos federales. En 2019 fue nuevamente arrestado y se suicidó en su celda en Nueva York mientras esperaba juicio por tráfico sexual.

La difusión de estos correos electrónicos renueva las controversias que ya habían ensombrecido la presidencia de Trump y genera nuevas preguntas sobre su relación con Epstein y su entorno. Aunque no existen pruebas directas que vinculen al exmandatario con delitos sexuales, el material divulgado vuelve a poner bajo la lupa las conexiones entre poder, dinero y explotación en los altos círculos de la política y los negocios estadounidenses.

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