La Asamblea General de la ONU que este martes inaugura Lula da Silva, seguido por de Donald Trump -si es que se respeta la tradición en esta 80ª ronda-, promete estar movida.
La invasión de la ciudad de Gaza y sus acciones genocidas van cerrando el círculo de rechazo sobre el gobierno de Benjamin Netanyahu y el de sus escasos apoyos, entre los que contará con el argentino Javier Milei. Como sea, otra decena de países promete el reconocimiento del Estado de Palestina en ese encuentro. Se sumarán a otros que lo hicieron en estos meses, como España, Irlanda y Eslovenia. Serán Andorra, Australia, Bélgica, Canadá, Francia, Luxemburgo, Portugal, Malta, San Marino y, a menos que Trump le haya hecho recular a Keir Starmer, el Reino Unido
La repulsa a las acciones de Israel se extiende además a dirigencias de otras naciones. En Estados Unidos un grupo de senadores demócratas, mínimo pero revelador y capitaneado por Bernie Sanders -que por primera vez usó la palabra “genocidio”,- pide el reconocimiento de Palestina. En Argentina, que ya en 2010 reconoció a ese Estado, el diputado Nicolás Massot, que no es precisamente de izquierda, también acusó del genocidio en Gaza.
La situación repercutió en San Sebastián, donde el director José Luis Rebordinos y la responsable de comunicación del festival Internacional, Ruth Pérez de Anucita, leyeron un documento que denuncia el genocidio y pide “un alto el fuego inmediato y la liberación de todos los rehenes secuestrados” por Hamas. El exfutbolista Eric Cantoná, en tanto, se preguntó ante las tribunas del estadio Wembley en el acto Juntos por Palestina, qué esperan para suspender de los certámenes a los equipos israelíes: «Cuatro días después de que Rusia iniciara una guerra en Ucrania la FIFA y la UEFA suspendieron a Rusia. Ahora llevamos 716 días de lo que Amnistía Internacional ha llamado un genocidio. Y, sin embargo, a Israel se le sigue permitiendo participar. ¿Por qué hay un doble estándar?», sostuvo.
Algo así se reclama también en el Festival de la Canción de Eurovisión, que se desarrollará en 2026 en Viena, del que ya se bajaron España, Irlanda, Países Bajos y Eslovenia si es que participa Israel. En una muestra del doble estándar que cuestiona Cantoná, la ministra de Exteriores austríaca, Beate Meninl-Reisinger dijo que Eurovisión “es un símbolo de paz, unidad e intercambio cultural, no un instrumento para imponer sanciones”.
En la sede de la ONU, por su parte, el jefe de a Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, deberá participar de la Asamblea por teleconferencia porque le negaron la visa de ingreso a EE UU alegando que es complaciente con el terrorismo.
Los países árabes, a su turno, están tratando de unir voluntades. El ataque a la cúpula negociadora de Hamas en Doha elevó las preocupaciones y si bien en un encuentro del lunes pasado no hubo una decisión sobre la amenaza que representa Netanyahu, Egipto adelantó el envío de tropas para una posible coalición. La expulsión de los gazatíes crea un problema para su país. «