La Ciudad de Buenos Aires es una caja de sorpresas. Calles con historias centenarias, pasajes escondidos, conventillos convertidos en museos y rincones que aún conservan aires de otra época. Pero en medio de ese mapa tan diverso, hay un sector diminuto, casi secreto, que desconcierta incluso a los porteños más curiosos, un mini barrio de CABA cuyas calles no tienen nombre y que ocupa tan solo una manzana.
Su existencia desafía la lógica urbana porteña. No entra dentro de los circuitos turísticos clásicos, no es un polo gastronómico ni aparece en las guías de recorridos históricos. Sin embargo, guarda una historia tan singular como olvidada, vinculada al tango, a la beneficencia y a los inicios mismos de la ciudad.
CABA y Buenos Aires: ¿cómo nació este barrio sin calles?
El pequeño barrio, conocido históricamente como La Colonia, fue inaugurado el 17 de octubre de 1912 con la presencia del entonces presidente Roque Sáenz Peña. Su diseño estuvo a cargo del arquitecto Vicente Frigerio Álvarez, y su construcción fue impulsada por el Jockey Club junto con las Damas Vicentinas, una institución clave en la asistencia social de principios del siglo XX.
Ubicada entre las calles Traful, Albert Einstein, Cachi y Gutiérrez, esta manzana única contiene:
- 46 casas de un ambiente;
- 96 de dos;
- Solo 3 viviendas de tres ambientes.
En su torre central funcionó durante décadas una biblioteca, mientras que en la parte superior se instaló un reloj que, en sus años de esplendor, marcaba el paso del tiempo con una campanada cada quince minutos. Detrás de la torre, escondido entre paredes antiguas, se encuentra un altar dedicado a la Virgen María dentro de una gruta construida especialmente para su imagen.
En 1997, la Colonia fue declarada Área de Protección Histórica (APH), lo que formalizó su importancia patrimonial dentro de la Ciudad de Buenos Aires.
CABA, Buenos Aires y el tango: ¿por qué este barrio está asociado al género?
La zona sur de la ciudad, especialmente Pompeya, es cuna indiscutida de la sensibilidad tanguera. Los bares, boliches y esquinas del barrio dieron lugar al nacimiento de letras inmortales que hoy son parte del ADN cultural porteño.
El poeta Homero Manzi, quien estudió en el desaparecido colegio Luppi, ubicado en Esquiú y Centenera, dedicó a Pompeya varias de sus obras más emblemáticas, como Sur, Mano Blanca y Barrio de tango
Esa atmósfera de nostalgia, mezcla de barrio obrero y poesía nocturna, también rodea a La Colonia, que comparte con Pompeya la identidad de un territorio marcado por la cultura popular y la historia silenciosa de los sectores postergados.
CABA y Buenos Aires: ¿cuál es realmente el barrio más antiguo de la ciudad?
Aunque muchos porteños y turistas creen que San Telmo es el barrio más antiguo por su arquitectura colonial y su fuerte impronta histórica, la verdadera unidad territorial más vieja de la ciudad es Monserrat.
Monserrat, ubicado en la Comuna 1, tiene más de 250 años y constituye el auténtico casco histórico de Buenos Aires. Dentro de sus límites se encuentran algunos de los sitios más emblemáticos del país:
- Avenida de Mayo;
- El Cabildo;
- La Catedral Metropolitana;
- Plaza de Mayo;
- Plaza del Congreso;
- La Manzana de las Luces.
Su nacimiento se remonta a la segunda fundación de Buenos Aires en 1580, llevada a cabo por Juan de Garay. A mediados del siglo XVIII, el barrio tomó su nombre de la Iglesia de Montserrat, construida alrededor de 1750 por el arquitecto Antonio Masella a pedido del catalán Juan Pedro Serra. Con el tiempo, la "t" se perdió y quedó la versión actual, que es Monserrat. Con una superficie de 2,2 km², el barrio está delimitado por importantes arterias como la Avenida Entre Ríos, Avenida Rivadavia, el ramal oeste de Leandro N. Alem, Bartolomé Mitre, Avenida Rosales, el ramal norte de La Rábida, Ingeniero Huergo, Chile, Piedras y Avenida Independencia.
Buenos Aires y CABA: ¿por qué Monserrat es más antiguo que el Virreinato?
Un dato llamativo es que Monserrat ya existía como unidad territorial antes de la creación del Virreinato del Río de la Plata, que se estableció en 1776. La iglesia original, construida en 1750, prueba la existencia organizada del barrio varias décadas antes de ese hito histórico.
Mientras San Telmo enamora con sus calles empedradas, conventillos restaurados y vida cultural intensa, Monserrat guarda el verdadero origen político, administrativo y religioso de la ciudad. En ese lugar comenzaron a formarse las instituciones que definieron a Buenos Aires como capital y epicentro del territorio rioplatense.