
Diego Lanci tenía trabajo estable en una empresa familiar, una casa en un barrio cerrado y un emprendimiento en marcha en la Argentina. Sin embargo, la inseguridad lo empujó a tomar una decisión radical: vender todo y emigrar a Estados Unidos con su esposa e hijos. Ocho años después, instalado en Tampa (Florida), lidera Empanet Empanadas Express, un emprendimiento de empanadas congeladas multiplicó su facturación por cinco en 2024 y que ahora se prepara para abrir sus primeros locales propios con la mira puesta en un modelo de franquicias para argentinos que quieran probar suerte en Norteamérica.
"Económicamente, no nos iba mal, al contrario. El problema era otro: la inseguridad. Yo tenía a mi hijo de 11 años y mi hija de 8, y cada vez podían hacer menos cosas. Nos habían querido robar varias veces, y en un momento me hice una pregunta muy dura: qué factura estamos dispuestos a pagar para darnos cuenta de que tenemos que generar un cambio en nuestra vida", recuerda Lanci en diálogo por videollamada con iProfesional mientras ceba mate con el mismo termo que le regaló su hija cuando estaba en jardín de infantes.
Nacido en Quilmes en 1973, Lanci se crio en una familia ligada a la industria. Durante décadas trabajó en Anoxide, la empresa familiar dedicada a la fabricación de accesorios plásticos para redes de gas y agua. Al mismo tiempo, impulsó proyectos propios: fue maestro cervecero y en 2013 fundó Beerazategui Patio Cervecero, la primera cervecería artesanal de Berazategui avalada por la Asociación Celíaca Argentina.
Pero en 2017 la inseguridad marcó un antes y un después. Una de las situaciones más traumáticas la sufrió su hermana, a la que le gatillaron en la cabeza durante un intento de robo, aunque el disparo no salió. "Ahí entendí que no quería que mis hijos vivieran encerrados. Yo podía seguir trabajando, pero no quería que algún día fueramos tres en vez de cuatro", confiesa
Ese año vendió la cervecería, su casa de country y partió rumbo a Florida. La adaptación no fue sencilla: "Pasamos de vivir en una casa con jardín a un departamento chiquito, pero podíamos salir tranquilos y eso valía más que cualquier comodidad", asegura. Primero trabajó de manera remota para la empresa familiar y luego incursionó en real estate hasta que en 2022 decidió volver a la gastronomía y lanzar Empanet Empanadas Express.
"Siempre estuvimos vinculados a la comida. Con la cervecería aprendimos a producir para celíacos, y sabíamos que la empanada es un producto que tarde o temprano iba a tener en Estados Unidos la importancia que hoy tienen el taco o la pizza: es rica, portátil y se puede comer en el auto, algo muy de acá", explica
La receta del éxito en Estados Unidos
Lanci apostó desde el inicio a la escala industrial. Montó una fábrica con línea semiautomatizada que permite producir entre 800 y 1.500 empanadas por hora. Hoy emplea a 5 personas y distribuye a más de 80 puntos de venta en Florida y Georgia, incluidos supermercados, restaurantes y apps de delivery.
El gran salto lo dio cuando cerró un contrato con la distribuidora JC Food. "Ellos tienen 18 camiones refrigerados. Para nosotros fue un gol de media cancha: empezamos a producir no solo nuestras empanadas sino también otros productos bajo su marca. Así pudimos expandirnos hacia el norte de Florida, algo que solos hubiera sido muy difícil", detalla.

La facturación de la compañía pasó de u$s22.500 en 2023 a u$s110.000 en 2024, impulsada por la eficiencia de la línea de producción y el acuerdo de distribución. Además, Empanet fue distinguida con el premio Best of Business Rate como fabricante de alimentos, un reconocimiento basado en las reseñas de los clientes.
La carta incluye diez variedades, desde clásicos como carne con chimichurri —la más vendida—, jamón y queso, o caprese, hasta propuestas innovadoras como cerdo con cerveza negra, empanada-pizza y una en desarrollo de huevo, panceta y queso. "Hoy tenemos un recetario de 40. Lo importante es que la empanada de 2022 sea idéntica a la de 2025. Eso lo logramos con procesos estandarizados y contratos de provisión que nos garantizan siempre la misma calidad", explica
Las empanadas se comercializan congeladas, envueltas individualmente en film y envasadas al vacío. Esto permite que el consumidor saque una por vez y conserve el resto. El precio sugerido va de u$s3 a u$s$3,50 por unidad, aunque en algunos locales premium puede trepar a u$s$7.
El motor detrás del proyecto es la identidad cultural. "El ser humano es nostálgico por definición. Y la comida está asociada a los mejores recuerdos. Cuando alguien prueba nuestras empanadas, vuelve a la mesa de su abuela. Eso no tiene precio", reflexiona Lanci.

Ese diferencial también lo plasmó en sus dos libros publicados en Amazon, Apple Books y Barnes & Noble: Metodología para la Producción Especializada de Empanadas Artesanales a Gran Escala y Guía para el Éxito en el Mercado Nostálgico Hispano de Alimentos en EE. UU.. "Emprender en Estados Unidos es absolutamente posible. Hay una receta que seguir, y yo decidí compartirla", asegura.
Ahora el desafío es dar un nuevo paso: la apertura de locales propios en Tampa. "El contacto directo con el consumidor nos permitirá testear productos en tiempo real y abrir la puerta a un modelo de franquicias, que en Estados Unidos es moneda corriente", adelanta.
El plan apunta, en primera instancia, a compatriotas que piensen en emigrar. "Si sos argentino y venís a Estados Unidos, ¿qué negocio vas a poner? ¿Un waffle house? No, porque no lo conocés. Pero una empanada sí, nacimos con una empanada en la mano. Es un producto que entendemos desde chicos", argumenta
En apenas dos años, Diego Lanci demostró que emigrar a Estados Unidos también puede ser sinónimo de oportunidad: con Empanet Empanadas Express convirtió la nostalgia en un negocio en expansión que ya planea cruzar fronteras. "Nuestro objetivo es llegar a todo el país con nuestras empanadas congeladas y, ojalá, algún día llevar nuestra marca a la Argentina. Porque cada empanada que vendemos tiene un poco de nuestra historia", concluye.