La historia del ajedrez nos enseña, por qué es el juego más popular que existe en el mundo. De echo, el Comité Olímpico Internacional lo considera un deporte. Este juego milenario premia la estrategia e inteligencia de los jugadores. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos cuál es su origen, también quién inventó el ajedrez y cómo ha sido su evolución en el tiempo.
Origen del ajedrez
La principal leyenda sobre el origen del ajedrez habla de un rey de la India llamado Belkib. Buscando acabar con su aburrimiento, ofreció una recompensa a cambio de alguna distracción. Se dice que fue el sabio Sissa quien le propuso el ajedrez, un juego que comprendía una pequeña guerra sobre un tablero de madera.
El rey, entusiasmado, le ofreció lo que quisiera como recompensa. A cambio Sissa le pidió un grano de trigo sobre el primer recuadro del tablero de ajedrez. Luego, dos sobre el segundo y así sucesivamente, doblando cada vez la cantidad. Al rey le pareció una cantidad modesta y accedió, pero cuando empezaron los cálculos se descubrió que en la última casilla habría que depositar más de nueve billones de granos de trigo.
Otra leyenda del ajedrez dice que fueron los griegos quienes inventaron el ajedrez, para distraerse durante el largo asedio de Troya más allá del año 1000 a C. Lo cierto es que la única referencia fiable del origen del ajedrez se encuentra en el noroeste de la India, a partir de un juego llamado chaturanga, mencionado en algunos escritos en el siglo V.
Quién inventó el ajedrez
El inventor del ajedrez es el sabio Sissa, en la India, durante el siglo VI. Es difícil saber con exactitud qué persona inventó el ajedrez, pero se tiene como más aceptada esta teoría: En la India del siglo VI el filósofo y brahmán Sissa, hijo de Dagir, inventó para recreo y entretenimiento de su señor (el rey Belkib) un juego que llamó chaturanga o «juego de las cuatro partes».
Era un juego de estrategia o de guerra que daba ideas al respecto de cómo disponer, distribuir y mover las alas de ejército en batalla, y cuyas piezas originales eran el rey, un ministro, caballos, carros y peones o infantes. No se movían como hoy: el carro se correspondía con las torres actuales y se movían en línea recta, ya que los carros realmente carecían de ángulo de giro. A diferencia de hoy, el rey podía saltar hasta tres espacios y podía ser capturado.
De la India pasó a China. Los persas lo llamaron Shatranj: de la palabra sha = rey, de donde se dijo sha-mat = jaque mate: el rey está muerto. En Persia conocieron este juego los árabes, que lo introdujeron en España hacia el año 1000. Seguramente, la primera ciudad occidental en jugar al ajedrez fue Córdoba. Pero hubo algunas diferencias en las fichas o piezas que puedes ver más abajo.
Evolución del ajedrez
Respecto a la evolución y expansión del ajedrez, 1.000 años después de la primera mención de un juego parecido en el libro sagrado hindú Mahabarata. Algunos autores creen que el ajedrez se desarrolla y evoluciona en la China o que recibe una fuerte influencia por la cercanía de sus fronteras. En el año 600, el juego se propaga Rusia y también a Persia, donde se llama chatrang, y los árabes lo copian como shatranj.
Entre los siglos IX y X acaba de desarrollarse, salvo que algunos elementos son diferentes, por ejemplo, el alfil es un elefante, y en lugar de reina tenemos a un visir que solo puede avanzar una casilla. El ajedrez entra en Europa de la mano de los árabes españoles.
El califa Harun al-Rashid le regala un ajedrez fabricado a finales del siglo IX a Carlomagno que aún se conserva en la Biblioteca Nacional francesa. Hacia 1475, en España, la pieza de la reina, que sustituye al consejero o visir árabe, adquiere los movimientos actuales.
El libro de ajedrez más antiguo conocido se llama Repetición de amores y arte de ajedrez, de Luis Ramirez de Lucena, primer maestro reconocido, y se publicó en Salamanca en 1497.
El primer torneo moderno de ajedrez se celebra en 1851 en Londres y es ganado por el alemán Adolf Anderssen contra el estonio Lionel Kieseritzky en la llamada “partida Inmortal».
El primer campeón del mundo fue el maestro Wilhem Steinitz, austriaco nacido en Praga de ascendencia judía, que derrotó al maestro alemán Johannes Zukertort en 1886. Conservó el titulo hasta 1894, en que fue derrotado por el matemático alemán Emanuel Lasker, que mantuvo el titulo 27 años, nuevo récord, hasta que en 1921 se lo arrebató el cubano Raúl Capablanca.
Evolución de las fichas de ajedrez
Ahora conocemos un tablero cuadriculado con casillas negras y blancas y con una variedad de fichas diferentes con distinta posibilidad de movimientos. Pero en la antigüedad no era como en nuestros días. Por ejemplo: El ministro o consejero, compañero del rey en el juego originario, se convirtió en la Edad Media, acaso en Francia, en la figura de la reina, motivado tal vez por una confusión lingüística.
Al principio la reina se movía como el rey: un espacio en cualquier dirección y ángulo, y era la pieza más débil, aparte del peón. A partir del siglo XV, la reina se convirtió en la figura más importante del ajedrez, la más poderosa y peligrosa.
A ella seguía en importancia el alfil, del persa pil = elefante, que se convirtió en obispo hacia la misma época. Los movimientos de esta pieza eran limitados: dos espacios en diagonal. Las únicas piezas que no han variado prácticamente desde sus orígenes han sido el caballo y los peones.
Curiosidades de la historia del ajedrez
El campo de juego o tablero, así como los colores blanco y negro de las casillas o escaques actuales surgieron en el XIII. Al parecer diseño de Alfonso X el Sabio en la corte de Toledo. Fue siempre un juego absorbente, tanto que a veces llegó a ser prohibido, caso del Concilio de París, del siglo XIII.
En la segunda mitad de aquel siglo, el autor de la Divina comedia, Dante, cuenta que siendo joven conoció en Florencia a un musulmán capaz de mantener tres partidas de ajedrez en marcha y ganarlas. Otra de las curiosidades de la historia del ajedrez es que los reyes o dirigentes de algunos países les gustaba jugar al ajedrez humano. Es decir, con personas y caballos de verdad. Es el caso por ejemplo, de la imagen que puedes ver a continuación, tomada en el año 1924 en un palacio de Rusia:
Ajedrez: el hombre contra la máquina
A principios del siglo XX, la primacía o iniciativa en lo que al ajedrez tocaba seguía estando en manos españolas. Leonardo Torres Quevedo creó por entonces el ajedrez mágico. Este genial automatista cántabro fue tan fértil en inventos que en 1951, en el Congreso Cibernético de París, Norbert Wiener quedó asombrado ante aquel ingenioso artefacto, le derrotó en una partida muy sonada.
Se trataba de un tablero de metal electromagnético con tres piezas. El autómata juega blancas sólo con el rey y una torre, mientras su contrincante juega con el rey negro, pudiendo desplazarlo como quiera. Lo que hace que sus movimientos determinen los de las fichas blancas, que siempre ganan.
La primera partida de ajedrez jugada contra una computadora tuvo lugar en 1959 entre el norteamericano Arthur Samuel y la máquina, que fue la que ganó la partida. Y el primer microordenador de ajedrez fue el Chess Challenger 3, de Estados Unidos, en la década de los setenta.