La recuperación de la producción fabril, uno de los sectores más afectados durante la caída de 5,1% del PBI en el primer trimestre, se demora y los números más actualizados recopilados por el sector privado no registran un cambio de tendencia claro. Un informe de Orlando J. Ferreres mostró un desplome interanual industrial de 9,8% y de 1% mensual.

La industria manufacturera fue uno de los rubros de la actividad económica que tuvieron el impacto más pronunciado de la profundización de la recesión de los últimos meses. El promedio del Producto Bruto cayó 5,1% en los primeros tres meses de 2024, y el sector fabril tuvo el segundo derrumbe más elevado (13,7%), después de la construcción, de 19,7 por ciento.

Esos datos llegan hasta fines de marzo pero los datos más allá de esa fecha de corte aún no son favorables para uno de los sectores decisivos para la actividad económica y el empleo. Ferreres midió una caída de casi dos dígitos medido de forma interanual -bajo este criterio ya acumula un año con cifras en rojo- y un retroceso de 1% en comparación con abril. La medición desestacionalizada mes contra mes permite, generalmente, observar si existe un cambio de tendencia.

La actividad industrial retrocedió en mayo, aunque no volvió a tocar el piso que había encontrado en marzo. Así, la serie desestacionalizada marcó una baja de 1,0% mensual, quedando 3,1% por debajo del nivel que tenía en diciembre. En la comparación anual, la caída fue de 9,8%, donde las mayores contracciones se produjeron en maquinaria y equipo (-23,8%), Minerales no metálicos (-25,8%), y metales básicos (-33,5%)”, indicó OJF. En los primeros cinco meses del año el balance es negativo: una contracción fabril de 9,2% en comparación con enero-mayo de 2023.

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