El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu se propuso bombardear la ciudad sureña de la Franja de Gaza, Rafah, donde se hospedan más de un millón y medio de desplazados a pesar de las críticas de la comunidad internacional, incluso de su aliado Estados Unidos. "Nada nos detendrá, ni EE.UU., ni ninguna otra presión", dijo el mandatario, según The Times of Israel.
El jefe de Estado israelí indicó que la invasión a la ciudad "requiere ciertas preparaciones" por lo que el gabinete de guerra está "preparando los aspectos de evacuación y de ayuda humanitaria".