Mauricio Macri prepara sus próximos pasos políticos con el objetivo de fortalecer a PRO de cara a 2025. También analiza su relación con Javier Milei y el rumbo de la gestión libertaria. Esos son los temas que deliberará hoy en la reunión que mantendrá con tres gobernadores, dos intendentes y referentes del partido. Será en un encuentro virtual convocado para las 17.
Si bien es una reunión que realiza mensualmente desde que asumió como presidente de PRO, en abril, en estos días adquiere relevancia política. Es que se da previo a su reaparición pública, que no pasará inadvertida. Pergeñó con su equipo una especie de relanzamiento político para mostrar músculo institucional e identidad propia, dos aspectos que defiende de su partido como cartas para evitar que Milei absorba su estructura.
La cita de esta tarde reunirá por Zoom a los gobernadores Rogelio Frigerio, de Entre Ríos, Nacho Torres, de Chubut, y Jorge Macri, de la Ciudad de Buenos Aires. Además, estarán los intendentes Soledad Martínez, de Vicente López, que es vicepresidenta del PRO nacional, y Guillermo Montenegro, intendente de Mar del Plata. En tanto, se sumarán los diputados Cristian Ritondo, que lidera el PRO bonaerense, María Eugenia Vidal, jefa de la Fundación Pensar, y el concejal de Santiago del Estero, Facundo Pérez Carletti, que es el secretario general del partido amarillo. También participará es Fernando De Andreis, dirigente y armador de máxima confianza del ex Presidente.
Producto de la pelea con Patricia Bullrich, el macrismo excluyó de esa mesa a dirigentes vinculados a la ministra de Seguridad; entre ellos, el diputado nacional Damián Arabia, que es vicepresidente 2° del PRO nacional, o los intendentes Diego Valenzuela, de Tres de Febrero, y Ramón Lanús, de San Isidro. No obstante, éste último ensaya un complejo equilibrio al tener diálogo tanto con Macri como con la funcionaria de Milei.
Macri y la mesa ejecutiva del PRO definirán hoy los detalles de la movida política que preparan con la excusa de celebrar su asunción como presidente del partido. Según se supo el macrismo evalúa la posibilidad de que el ex Presidente reaparezca el lunes que viene en un acto en Vicente López. Otra opción es emitir una especie de carta abierta y difundirla por redes sociales o realizar un evento presencial en agosto. Pulirán la letra chica durante la charla de hoy.
Además, repasarán la agenda parlamentaria que el PRO busca impulsar en el segundo semestre. Macri apoyó la Ley Bases y se manifestó en favor de que a Milei le vaya bien. La aprobación de esa normativa marcó un punto de inflexión en la relación con el Gobierno. Desde ahora, el macrismo busca impulsar sus propios proyectos en el Congreso, de la mano de Ritondo, al mismo tiempo que exteriorizará críticas a la gestión en lo que estime prudente.
Entre los puntos a deliberar con el Gobierno están los proyectos de reforma electoral, que implican una posible modificación o eliminación de las PASO, y el impulso de la Boleta Única papel en el Senado, dado que ya tiene media sanción en la Cámara Baja.
Además, Macri avanzará para impulsar candidatos propios en todo el país con vistas a las elecciones legislativas de 2025. El PRO pretende marcarle la cancha a Milei para llegar fortalecido al cierre de listas. De la mano de Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem y Martín Menem, el oficialismo acelera el armado de La Libertad Avanza en todo el país para monopolizar la selección de candidaturas. Los Milei conocen que requieren de estructura política y peso institucional en el Congreso para empujar su agenda programática y evitar que la oposición le obture la gestión y la gobernabilidad.
Milei respalda a Patricia Bullrich como su carta para horadar la conducción de Macri en el PRO. La ministra es la figura del partido que se mueve para hacer posible una “fusión” con La Libertad Avanza. Es algo que el macrismo resiste porque consideran que eso implicaría una disolución de su sello.
Por eso, Macri aplicó una serie de jugadas para expulsar a Bullrich del PRO. Si bien la ministra se referencia con el partido amarillo, el macrismo le bloqueó el acceso en provincia de Buenos Aires y le impidió ser coronada como presidenta de la Asamblea nacional, un órgano clave para definir las alianzas electorales. De hecho, durante la última sesión de ese instituto, los macristas impusieron al diputado nacional Martín Yeza como presidente con el voto de 116 asambleístas y ninguno en contra. Los bullrichistas que estaban presentes se retiraron del cónclave como señal de protesta contra la movida del ex Presidente.
“No se habla de la derrota política que Patricia (Bullrich) tuvo en la Asamblea. Era la conductora de Juntos por el Cambio hasta octubre y ahora no la eligió nadie para conducir el partido”, aguijoneó un dirigente ligado a Macri. El bullrichismo le quita relevancia a ese episodio y se concentra en un armado propio plegado a La Libertad Avanza.
Hay otra carta que Macri observa y aún no definió si jugará: es ser candidato a senador Nacional por la Ciudad de Buenos Aires. En su entorno son cautos sobre esa estrategia, pero tampoco lo descartan. Si bien no es un deseo primordial del ex Presidente, esa estrategia patearía el tablero político.
Mientras tanto, la relación personal entre Macri y Milei atraviesa un momento sensible. Ambos se manifiestan respeto mutuo. Los intercambios perdieron fluidez en los últimos días, pero se mantienen. ¿Se volverán a reunir cara a cara? No se descarta que exista un encuentro entre ambos en lo sucesivo. De suceder, serviría para aplacar la idea de un malestar entre el PRO y los libertarios.
En tanto, Macri no descuida la gestión de la Ciudad, casa matriz del PRO. Si bien tiene su propia mirada, respalda a Jorge Macri y busca no perder incidencia en la política porteña. En cambio, Horacio Rodríguez Larreta se mantiene alejado de la vida partidaria y de la gestión del distrito que gobernó hasta el año pasado.
No sólo eso sino que el conflicto desatado ayer entre Jorge Macri y el gremio de Camioneros por la decisión de suspender la preadjudicación de la licitación del servicio de acarreos en la Ciudad, desnudó una interna entre el Jefe de Gobierno y su predecesor. Esa tensión, que viene de las elecciones del año pasado, está latente y puede escalar en las próximas horas.