Lejos de alcanzar aunque sea una leve mejoría, la economía argentina recibe a diario distintos golpes que agravan la crisis. En esta ocasión, fue la página del Presupuesto Abierto, dependiente del Ministerio de Economía de la Nación, quien lanzó un dato que encendió las alarmas.
Según lo registrado por el organismo al cual es de público acceso, se registró una fuerte caída en lo que tiene que ver con la recaudación de todos los impuestos relevantes de un 33%. Tan solo el impuesto al Cheque (impuesto a créditos y débitos) sube nominalmente 4% aunque hasta que no se conozca la inflación, la caída será difícil de precisar.
En esa misma línea, el IVA, el impuesto a las Ganancias y también el impuesto PAIS o los aportes patronales, cayeron notablemente durante los primeros 19 días del segundo mes del año. Contando el mismo periodo a partir de enero, da como resultado el porcentaje antes mencionado.
Para ser más específicos, en relación al mes pasado, las retenciones cayeron un 65% pero el dato que más preocupa tiene que ver con el IVA.
El retroceso del IVA se calcula que podría llegar al 40%, teniendo en cuenta que es el impuesto que mejor captura la suba de la inflación y que pese a que los precios suben, su recaudación cae. Este fenómeno, explican los expertos, puede darse por dos situaciones.
La primera hace énfasis en una caída en la actividad, por ende, un menor consumo. Además, algunas consultoras privadas estiman que el porcentaje de caída se viene registrando desde diciembre.
El otro motivo por el que podría darse este número, tiene que ver con los contribuyentes, es decir, pequeñas y medianas empresas y comercios de retrasar el pago de impuestos. “Se financian con la AFIP, que típicamente es la deuda más económica en tiempos de crisis y alta inflación”, explican.
En cuanto al impuesto País, el porcentaje de retroceso llegó al 14% y se cree que se debe a una caída de las importaciones destinadas a la producción y también al consumo.
Por último, el impuesto a las Ganancias cayó un 48%, añadiendo que los aportes y contribuciones a la seguridad social también lo hicieron pero en un 31%. La explicación que tendrían estos resultados estaría relacionado a que las compañías optan por atrasarse en ese pago con la AFIP y destinar la liquidez a otras obligaciones.