Ante la inminencia de cerca de mil despidos y tras el anuncio del cierre de sedes provinciales, trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) se manifestaron en Constituyentes y General Paz y fueron reprimidos por la Policía de la Ciudad, que usó gases y palos para desalojar el corte de calle.
“A los que nos vienen a reprimir, en el INTI les certificamos los chalecos antibalas”, cuestionó una de las manifestantes, en diálogo con la prensa. “A los trabajadores que no estamos armados con la plata del Estado nos vienen a reprimir como si nada. Es una barbaridad lo que están haciendo”, dijo al canal C5N.
El corte comenzó a media mañana de este miércoles, cuando trabajadores nucleados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) se concentraron en la mano al Riachuelo de la avenida General Paz, a la altura del barrio porteño de Villa Pueyrredón.
Mientras el titular de ATE-Capital, Daniel Catalano, dialogaba con uno de los oficiales a cargo del operativo, desde el Ministerio de Seguridad de CABA ordenaron a la infantería avanzar contra la protesta. Fiel a su estilo, la Ministra de Seguridad de la Nación usó las redes sociales para celebrar el desalojo del corte.
“No hay plata”
“Intervino Policía de la Ciudad sobre la General Paz y cuando levantamos el corte y volvimos al organismo armaron un cordón de Infantería bloqueando la puerta, con nosotros adentro, como amenazando. Daba la impresión de que iban a ingresar, pero no lo pueden hacer porque no es su jurisdicción. Después llegó la Policía Federal pero quedaron en los colectivos, sobre la colectora”, relató después de la protesta Pedro Lynn, secretario gremial de ATE Capital.
En diálogo con Tiempo, contó: “Tuvimos una reunión con el presidente del organismo. El escenario es que dicen que tienen que ajustar, que no tienen presupuesto, que no se los asignan. Y por eso tienen que despedir. Dicen que aunque el organismo deje de hacer todo, no les alcanzaría el presupuesto para nuestros sueldos. Hay compañeros que cobran menos de 300 mil pesos”.
“Ellos plantean que las sedes de extensión las quieren revisar para cerrar y despedir a un 30%. Esa es la orden del Ministerio (de Economía)”, agregó Lynn. Eso implica despedir a unos mil trabajadores y trabajadoras.
El corte de este miércoles se resolvió en el marco de una asamblea. Hay otra convocada para el próximo martes, pero podría adelantarse. “Dependiendo los canales de diálogo en estos días, vemos cómo seguimos”.