En una asamblea que reunió a una importante cantidad de pobladores, las comunidades indígenas de Aguas Calientes, Laguna Blanca, Corral Blanco, Barranca Larga, La Angostura y Carachi, pertenecientes al departamento Belén, debatieron sobre la necesidad de trabajo, la relación con la actividad minera y la participación en las decisiones comunitarias.
El encuentro tuvo como eje central marcar el desacuerdo a los cortes de rutas llevados a cabo hace semanas, los que al decir de los asambleistas, fue una decisión que no fue tomada "de manera consensuada y pacífica", y que además no garantizo la participación de todos los miembros de cada comunidad. En cuanto a los cortes señalaron que son un método de protesta pero que ese tipo de medidas "afectan la convivencia y no representan el sentir colectivo".
Durante la asamblea, los pobladores manifestaron su apoyo al desarrollo de la actividad minera en la zona, argumentando que podría convertirse en una oportunidad concreta para acceder a trabajos dignos y mejorar las condiciones de vida en materia de salud, educación y servicios básicos. Según expresaron, la minería representa una posibilidad de crecimiento local que, bajo una gestión responsable, podría beneficiar a las familias que viven en estas regiones alejadas.
Por su parte, los habitantes de Laguna Blanca presentes en el encuentro repudiaron las decisiones unilaterales tomadas por la cacique Mabel Gutiérrez, apuntando que lo hecho fue "sin consulta ni participación de la comunidad". Plantearon ademas la necesidad de que todas las acciones se discutan previamente en asamblea, de manera transparente, y con la participación de los delegados de base y referentes locales.
En ese contexto, Gerónimo Gutiérrez, delegado de base, señaló que la comunidad de La Angostura fue "involucrada erróneamente" en el reciente corte de la Ruta 43, una situación que calificó como perjudicial para la región. "Estos hechos afectan negativamente los proyectos que estamos llevando adelante, como los Chakus —la tradicional esquila de vicuña—, que son fuente de sustento para muchas familias. Queremos que las oportunidades de trabajo lleguen a todos, porque las necesidades son muchas y las familias numerosas", sostuvo.
El debate también incluyó la propuesta de avanzar en proyectos productivos y comunitarios que permitan reducir la dependencia de la asistencia gubernamental y fortalezcan el desarrollo local. Los participantes coincidieron en que las autoridades de cada comunidad deben gestionar iniciativas de manera participativa, informando sus avances y decisiones en espacios de diálogo público que favorezcan el bienestar general.
Al finalizar la jornada, se confeccionó un acta donde se dejaron registradas las deliberaciones y resoluciones de la asamblea. En el documento, los firmantes ratificaron su respaldo al desarrollo de la minería en la localidad de Aguas Calientes y su compromiso de mantener canales de diálogo permanentes entre las comunidades, el Estado y las empresas que operan en la zona.
El encuentro concluyó con un mensaje de unidad y cooperación: la convicción de que el desarrollo del oeste catamarqueño solo será posible si las decisiones se toman de manera colectiva, con participación real y respeto por las voces de todos los pueblos que habitan el territorio.