Se produjo un tiroteo en la sala de conciertos Crocus City Hall, cerca de Moscú, donde al menos 3 personas camufladas abrieron fuego. Hay 143 muertos y centenares de heridos, según la información oficial. Se investiga en estos momentos los motivos y la identidad de las personas que dispararon, aunque el grupo terrorista ISIS se adjudicó el ataque. Ya hay 11 detenidos.
El ataque se produjo antes de un concierto de la banda musical Picnik. Hombres vestidos con ropa de camuflaje abrieron fuego contra los fanáticos. Los testigos informaron sobre una explosión que se produjo en el edificio. En las fotos que circulan en las redes sociales, se puede ver una columna de humo sobre el edificio, donde se inició un incendio, informó la agencia Sputnik.
Ambulancias, bomberos y otros servicios trabajan en el lugar de los hechos. Más de 50 ambulancias han sido enviadas al edificio Crocus para prestar asistencia médica a los heridos. Los bomberos han rescatado a unas 100 personas del edificio Crocus, informó el Ministerio de Situaciones de Emergencia de la región de Moscú.
Los servicios especiales están tomando todas las medidas necesarias en relación con lo que está sucediendo en Crocus, informo el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB por sus siglas en ruso).
La portavoz de la cancillería rusa, Maria Zajárova, instó a la comunidad internacional a condenar el ataque: «¡Toda la comunidad internacional está obligada a condenar este crimen atroz!», sentenció la rusa.
Horas después del atentado, el grupo terrorista ISIS se adjudicó el ataque. Desde la organización criminal, aseguraron que el ataque intentaba específicamente apuntar a una reunión de cristianos.
El Comité de Investigación ruso abrió una causa penal por terrorismo tras el ataque. La búsqueda de los atacantes continúa. Según el jefe del FSB, cerca de la frontera ucraniana fueron detenidas 11 personas, incluidos los cuatro terroristas directamente implicados en el atentado.