Siempre recomendamos: buscar cosas diferentes, buscar qué se está haciendo más allá de los terroirs donde todos los focos están puestos. Y este proyecto es muy interesante: está en Tinogasta CATAMARCA, limitando con La Rioja, en un valle que se ubica a 1.300 metros sobre el nivel del mar, una zona no tradicional para la mayoría de los consumidores, pero que vale la pena explorar.
Este vino, elaborado por el enólogo Juan Pablo Morales, se siente muy equilibrado. En nariz es prolijo, con buena fruta entre roja y negra, toques especiados y una rica nota de pimentón. Al paladar entra jugoso y fluye en un paso amable, gracias a sus taninos sin aristas. La fruta, en el paladar, se percibe mucho más roja y brillante. Bebible, sin complicaciones y a un precio ultra competitivo.