Con 137 torres de enfilamiento y 450 boyas equipadas con paneles solares, esta tecnología redujo el consumo eléctrico, ahorrando así unos 30 mil dólares al año.
Desde hace más de tres décadas, el Canal de Panamá utiliza una innovadora estrategia para iluminar sus 80 kilómetros de vías acuáticas mediante energía solar. Esta medida no solo redujo el consumo energético, sino que también contribuyó a hacer más sostenible y respetuosa con el medio ambiente la operación de esta ruta interoceánica.
En lugar de depender de energía eléctrica tradicional, las luces de enfilamiento y las boyas que guían a los buques por el canal funcionan gracias a paneles solares instalados estratégicamente en toda la extensión de la ruta.
Estas luces cumplen un papel importante para la navegación segura: el color rojo alerta sobre posibles colisiones, el blanco confirma que la embarcación está en su curso correcto, y el verde indica proximidad a la orilla, previniendo encallamientos.
Actualmente, el Canal cuenta con 137 torres de enfilamiento y 450 boyas, todas equipadas con tecnología solar. Las torres, ubicadas en puntos estratégicos, disponen de nueve paneles solares de 250 watts cada una, mientras que las boyas cuentan con paneles de 20 watts.
Esta infraestructura permite aprovechar cinco horas diarias de luz solar para cargar baterías que suministran la energía necesaria durante la noche.
Cornelio West, electricista del Canal de Panamá, explicó que cada torre puede generar hasta 2.250 watts por hora, lo que se traduce en una capacidad instalada total de 90 kilowatts a lo largo del canal. "Esta torre de enfilamiento de sector utiliza paneles solares como energía renovable, ya que no contamos con energía eléctrica en el área, así que hemos tenido que adoptar esa energía con el Canal", destacó a EFE.
Beneficios ambientales y económicos
El uso de energía solar no solo redujo la dependencia del canal de las plantas termoeléctricas, disminuyendo las emisiones contaminantes, sino que también generó un gran ahorro económico. Según estimaciones oficiales, el ahorro en costos energéticos alcanza los 2.500 dólares mensuales, lo que representa un total de 30.000 dólares al año.
Este enfoque sostenible comenzó en la década de los noventa, cuando el canal todavía estaba bajo administración estadounidense, y evolucionó hasta convertirse en un modelo de innovación tecnológica y respeto ambiental. Ello, según argumenta el mismo canal, redujo progresivamente las emisiones generadas por las plantas termoeléctricas, cada vez más en desuso.