El Papa León XIV publicó este jueves su primera exhortación apostólica, titulada Dilexi te ("Él te amó"), un texto que marca el tono pastoral y social de su pontificado. El documento, concebido originalmente por el fallecido Papa Francisco en los últimos meses de su vida, constituye un fuerte llamado a enfrentar la pobreza en todas sus formas y lanza una dura crítica a lo que el pontífice define como "las burbujas de las élites ricas", desconectadas del sufrimiento de millones de personas.

En la introducción, León XIV —de nacionalidad estadounidense y nombre secular Robert Prevost— explica que heredó el proyecto de Francisco y decidió hacerlo propio, incorporando sus propias reflexiones. "Al recibir como herencia este proyecto, me siento feliz de asumirlo como mío y de presentarlo al inicio de mi pontificado", escribió.

Un llamado universal a enfrentar la pobreza

El Papa plantea que el clamor de los pobres debe ser escuchado como un desafío ético, político y espiritual. "Las respuestas de la humanidad para combatir la desigualdad siguen siendo insuficientes", sostiene, al advertir sobre una pobreza "multifacética" que abarca tanto la carencia material como la exclusión social, cultural y espiritual.

En ese sentido, el documento detalla las diversas formas que adopta la pobreza: "La de quienes no tienen medios de subsistencia, la de los marginados, la moral y espiritual, la de los débiles y frágiles, y la de quienes no tienen derechos, lugar ni libertad".

León XIV describe esa realidad como una herida abierta que interpela a toda la humanidad. "En el rostro herido de los pobres, encontramos impreso el sufrimiento de los inocentes y, por lo tanto, el propio sufrimiento de Cristo", expresa el pontífice.

Contra la cultura de la acumulación y la indiferencia

El texto plantea la necesidad de un "cambio de mentalidad global", al advertir sobre la "ilusión de una felicidad derivada de una vida cómoda". Según el Papa, esta visión conduce a "una existencia centrada en la acumulación de riquezas y en el éxito social a toda costa", incluso a costa de la explotación de otros y de la manipulación de sistemas político-económicos injustos.

"Mientras los pobres son cada vez más numerosos, vemos crecer algunas élites ricas que viven en una burbuja de comodidad y lujo, casi en un mundo aparte del de las personas comunes", denuncia León XIV, quien considera que esa brecha simboliza una "cultura del descarte".

En una de las secciones más emotivas del documento, el pontífice recuerda la tragedia del Mediterráneo, evocando la imagen del niño sirio Aylan Kurdi, hallado sin vida en 2015. "Aquella foto generó un shock global; sin embargo, acontecimientos semejantes se han vuelto cada vez más irrelevantes, como si fueran noticias secundarias", lamenta.

Aylan Kurdi

Homenaje a la Hermana Dulce de los Pobres

En otro pasaje, León XIV dedica un apartado especial a Brasil, recordando la figura de la Hermana Dulce, canonizada por Francisco en 2019 como Santa Dulce de los Pobres. El Papa la presenta como "modelo de caridad evangélica con rasgos brasileños" y símbolo de una fe que se traduce en acción.

"Hermana Dulce enfrentó la precariedad con creatividad, los obstáculos con ternura y la carencia con una fe inquebrantable. Comenzó acogiendo enfermos en un gallinero y desde allí fundó una de las mayores obras sociales del país", recuerda. "Vivía con poco, rezaba con fervor y servía con alegría. Se hizo pobre con los pobres".

El espíritu de Francisco, la impronta de León XIV

Con Dilexi te, el nuevo pontífice consolida una línea de continuidad con la doctrina social de Francisco, pero con un tono más directo frente a las desigualdades del capitalismo global. El texto, según fuentes vaticanas, será considerado el primer gran documento programático del papado de León XIV y sienta las bases de una Iglesia que busca ser, en palabras del propio Papa, "más cercana a los pobres, más libre de las estructuras del poder y más fiel al Evangelio".

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