Imponente y conmovedora: la gigantesca Imagen de la Morena inaugurada ayer, ya es motivo de orgullo para los catamarqueños, que cuentan con un tributo sin par para su histórica Patrona, una obra de enorme valor religioso, cultural y turístico, que se integra automáticamente al patrimonio de los grandes atractivos de la provincia.

La obra tuvo su inauguración oficial en la tarde-noche de ayer, cuando finalmente se dio a conocer de manera oficial, con una hermosa iluminación, del monumento de la  Virgen del Valle en El Rodeo.

El acto se desarrolló con la presencia del gobernador, Raúl Jalil, el intendente capitalino, Gustavo Saadi, el anfitrión Armando Seco, intendente de la comuna rodeina y también la presencia del intendente de Las Juntas, Jorge Herrera, entre otros funcionarios.

El talentoso y consagrado tenor catamarqueño, Nicolás Romero, cantó el Avemaría y se celebró posteriormente la santa misa  con la presencia del obispo diocesano, Monseñor Luis Urbanc.

La obra está ubicada a unos 6 kilómetros en el sector que nace en el empalme con la Ruta provincial N°4 hasta la cima del cerro adyacente, llegando así a un excepcional punto panorámico desde el cual se divisa parte de la ciudad de Catamarca, y localidades como La Puerta, El Rodeo y Las Juntas. 
Este fantástico trabajo fue promocionado como “la imagen de la Virgen del Valle, la más grande del mundo”, y su concreción fue ampliamente celebrada por los rodeínos.

Walter Dagostini, el creador del gran proyecto, comentó a Radio El Esquiú 95.3 que la obra “se construyó sobre el cerro Ambato”, cerca de la localidad de El Rodeo, y destacó que esta busca ser un punto de atractivo turístico, principalmente para el turismo religioso.

“Yo fui el de la idea, fui quien construyó, armó, diseñó todo”, afirmó y agregó: “Estuve con mucha gente de Catamarca trabajando, con muchos colaboradores, así que es digno de verla”.

El proyecto fue nombrado “Camino de la Fe” y tiene dos etapas diferentes. 

En la primera, se inauguró la imagen que ya se erige en lo alto del cerro.

El propio Dagostini lo explica: “La obra está dividida en dos etapas, una la que inauguramos hoy, que es la parte de la Virgen, y la otra va a ser la parte de recepción, abajo, que se está construyendo, no está terminado”, explicó.

La segunda etapa demandará más trabajo, y de no mediar contratiempos se espera que pueda ser completada en el plazo de un año o quizás un poco más.

Inspirado en especial por su madre, quien fue devota de la Virgen del Valle, el empresario afirmó que el proyecto “es el orgullo más grande que vamos a tener nosotros”, señalando además que es una obra que se realizó con la colaboración de numerosos catamarqueños.

El acceso a la estatua será restringido y guiado, debido a que “es muy acotada la superficie donde está implantada la Virgen”. 
A partir del 7 de septiembre, se abrirá al público con visitas guiadas, lo que permitirá a los visitantes “disfrutar del paisaje y no estresarse”.

La inauguración contó, como se detalló, con la presencia de autoridades eclesiásticas y gubernamentales, entre ellas, el obispo, intendentes y el Gobernador.

Un día que se recordará durante mucho tiempo, y que será histórico por el origen de un monumento que sin dudas se transformará en un ícono catamarqueño.

En definitiva un homenaje perdurable y muestra de afecto eterno para quien desde hace cuatro siglos es reconocida como Protectora de Catamarca, la Virgen María bajo la advocación del Valle, Madre de los cientos de miles de comprovincianos que comparten la fe católica. 

La imagen de la Virgen del Valle, emplazada en la cumbre de las sierras ambateñas, tiene 35 metros de alto, el equivalente a un edificio de 11 pisos, y albergará en su interior una capilla. 

En la mitad de la Virgen hay un mirador, al que se accede por una escalera que tiene 117 peldaños. 

Además se incluyó el servicio de baños y un pequeño bar. 

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