Los riojanos estatales están entre la espada y la pared. Miran con absoluta desconfianza la posibilidad de recibir bonos como parte de aumentos salariales, pero saben que desde que la Legislatura de La Rioja aprobara, el 18 de enero pasado, la creación del Bono Cancelación de Deuda (BOCADE), denominado "El Chacho", en homenaje al caudillo Ángel Vicente Peñaloza, era una cuestión de tiempo hasta que el gobernador del Frente de Todos, Ricardo Quintela, decidiera incluirlos para que comiencen a circular en la vida diaria de los riojanos.

Este fin de semana, Quintela, afirmó que los BOCADE verán la luz con los incrementos de sueldos recientemente anunciados para los estatales y funcionarios riojanos. 

Aún no hay demasiadas precisiones de parte del equipo económico del "gitano" Quintela, pero el propio gobernador sostuvo que "se puede establecer un mínimo para todos los empleados, pero en la quincenita, tal vez los 20 mil pesos en la quincenita (que sean 20 mil en bonos o 10 mil en bonos), lo que sí, todo el Ejecutivo tendrá un porcentaje entre un 10% y 15% en bonos, digo esto para que empiecen a familiarizarse con el bono, con el buen funcionamiento del bono".

El titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem, que no pudo vencer al Frente de Todos en las últimas elecciones riojanas, suele afirmar que "…la provincia no tiene problemas de fondos sino de administración. No existe un sinceramiento del gasto político que se debe cortar y hay falta de actividad privada por la presencia asfixiante de un Estado hiper presente".

 

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