ENRE realizó la audiencia pública donde EC Sapem expuso los motivos por los cuales considera necesario actualizar nuevamente el Valor Agregado de Distribución (VAD), ítem que en la factura corresponde a los costos y gastos de que debe afrontar la empresa provincial de energía para garantizar el suministro.

En este sentido, la firma de capitales estatales  mayoritarios pidió una suba del 24,37 por ciento en el VAD y explicó que el impacto en la factura final representaría un aumento de entre un 10 y el 15 por ciento según la cantidad de energía que consuman los usuarios por la segmentación tarifaria. Para el caso, el incremento en la boleta de los hogares variaría entre $1295 y $5611.

En la audiencia, el jefe de Relaciones Institucionales de la empresa, Aldo Palavecino, precisó que las empresas distribuidoras como EC Sapem son el tercer eslabón de la cadena energética: “Son quienes llevan, miden y cobran el precio final de toda la cadena energética”.

Luego, afirmó que la actualización solicitada del casi 25 por ciento “sólo tendrá un impacto que va desde un 10 y al 15 por ciento en la facturación final del servicio que pagan los usuarios”. Es decir, de acuerdo a los kw que se consuman en un hogar de forma mensual. 

Sobre este eje, el responsable del sector Tarifas de la empresa, Darío Soto Moya, graficó el impacto en la facturación final. En este orden de ideas, señaló que a un hogar con consumo de 200 kw mensuales le llegaría una boleta con $1.295 de incremento.

En el caso de una vivienda que consumió 400 kw en el mes el aumento sería de $2.374; si consumió 600 kw pasaría a los $3.453 y si consumió 1000 kw, le llegaría una factura con $5.611 más. Para los comercios, implicaría un rango que va desde los $1.495 hasta los $6.611.     

Por otra parte, Palavecino aludió a las críticas de la oposición, entre ellos, Alfredo Marchioli, para refutarlas. “Achacarle responsabilidad a EC Sapem por el precio final de la facturación de toda la cadena energética, no tiene fundamento”, dijo, para resaltar que “quienes critican omiten decir que la factura final que pagan los usuarios tiene tres componentes: el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), que se lleva casi un 50% de lo que paga el usuario; los impuestos nacionales, provinciales y tasas municipales, que se llevan casi un 27%; mientras que el VAD que financia la distribución solo representa el 23%”.

Sobre esta línea, señaló que el precio mayorista lo fija la secretaria de Energía de Nación y subrayó que “aumentó exponencialmente en los últimos meses”.

Con la exposición de un gráfico, Palavecino visibilizó “el impacto en tarifas de la política de quita parcial de subsidios implementada por el Gobierno Nacional”. ”Sobre esas políticas, no se escuchan críticas, a pesar de los efectos devastadores en las economías de las familias, las instituciones y los emprendimientos productivos”, cerró. 

En esta oportunidad no hubo consultora contratada por el ENRE, con lo cual Antonio Ramaci estuvo a cargo de exponer el análisis que realizó el propio organismo.

Al respecto, tanto el ente regulador como la empresa llegaron a la misma conclusión sobre la variación para la actualización del VAD: el 24,37 por ciento.

“El objeto de este organismo es que la empresa se haya acotado lo que dice el contrato de concesión, entonces se ha revisado toda la documentación aportada y se coincidió; no hay mucho para equivocarse porque los índices son los mismos y la ecuación es la misma, entonces los resultados son los mismos”, dijo Ramaci.

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