En medio de una intensa ola de frío, el Gobierno no pudo asegurar la provisión de gas y se prolonga la incertidumbre sobre la resolución de la crisis, al no haber respuesta oficial acerca de los pagos pendientes que impidieron la descarga de un barco de GNL de la empresa Petrobras ya amarrado en la localidad de Escobar.
A última hora de la tarde del martes, la distribuidora Litoral Gas, que brinda el servicio al norte de la provincia de Buenos Aires y en el sur de Santa Fe, se vio obligada a cortarle el suministro de gas a más de 100 industrias de la región del Gran Rosario. Horas más tarde las distribuidoras de Gas del Centro y Gas Cuyana tomaron la misma decisión.
La interrupción del servicio había afectado a industrias, comercios y estaciones de GNC que tienen contratos interrumpibles de gas (que prevén corte del suministro en caso de faltantes), pero el imprevisto que sufrió Enarsa con el cargamento de GNL obligó a cortar el gas a industrias que contrataron el servicio ‘en firme’; es decir, a empresas que pagan más caro para evitar cortes del suministro. Algunas industrias, por caso, acataron parcialmente el pedido de las distribuidoras y no interrumpieron a cero su consumo de gas, informó el sitio especializado Econo Journal.
La falta de gas «no es responsabilidad de este gobierno»
El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, sostuvo que «no es responsabilidad de este Gobierno no contar con capacidad plena» del Gasoducto Néstor Kirchner, situación que está provocando problemas de abastecimiento en todo el país.
«En el Gobierno anterior se negoció una reducción del gas importado justo para el invierno de este año. A fin de resolver esta situación nosotros, acordamos con la brasileña Petrobras una asistencia para agosto y septiembre, y así cubrir esa reducción de volúmenes de gas», sostuvo el funcionario, en la red social X.
Rodríguez Chirillo sostuvo además que «debimos asumir una deuda que dejó el Gobierno anterior con Bolivia por US$ 244 millones por la importación de gas. Los intereses le costaron US$ 21,8 millones a todos los argentinos», recogió Noticias Argentinas.
También dijo que «estamos en el otoño más frío desde 1980, no pronosticado y con fuerte demanda de gas. Sumado a situaciones excepcionales (limitación de importación de energía de Brasil, salida de Embalse), se necesitó incorporar volúmenes de GNL, a precio de mercado, programados para más adelante».
Por otra parte, aseguró que «es un despropósito afirmar que sea responsabilidad de este Gobierno no contar con la capacidad plena del GPNK», el Gasoducto Néstor Kirchner.
«La obra del primer tramo del GPNK y las plantas compresoras Tratayén y Salliqueló debieron haber finalizado en septiembre de 2023», apuntó.
Y añadió que se regularizaron pagos «por más de $30.000 millones y se destinó recursos por otros $47.000 millones en la fase de terminación, debido al retraso heredado».