El funcionario porteño está virtualmente atrincherado, pese a que colaboradores de Jorge Macri le sugirieron que renuncie o, al menos, pida una licencia. La definición sobre su futuro ocurrirá en las próximas horas

Roberto García Moritán está en modo resistir. En la vida personal y en la pública, que en su caso se mezclan sin solución de continuidad. Virtualmente atrincherado, se niega a dar paso al costado de sus funciones como ministro de Desarrollo Económico de la ciudad, y enfrenta un vendaval mediático por el escandaloso divorcio con Carolina “Pampita” Ardohain, con acusaciones de infidelidad que lo llevaron a ser tema central en todos los programas de chimentos.

En Uspallata, en la sede del gobierno de la Ciudad, al ex marido de Pampita ya no le quedaron aliados. Llegó a ministro por un acuerdo electoral que hoy perdió sentido: le ofrecieron ese cargo en la campaña en la que Jorge Macri necesitaba despejar de rivales para enfrentar a Martín Lousteau. García Moritán, como representante del partido Republicanos Unidos, tenía un porcentaje pequeño de votos originado en el alto perfil producto de su relación con la modelo y sus discusiones mediáticas con sectores de izquierda y del kirchnerismo.

Sin esos activos, a García Moritán empezaron a cuestionarlo internamente por sus “desprolijidades” administrativas, incluso la probable “contratación de ñoquis”, una acusación que terminó en una denuncia presentada en Tribunales. Pero también, aparecieron críticas desde hace semanas por los resultados modestos en la gestión de un Ministerio que Jorge Macri esperaba fuera uno de los más activos y dinámicos en generar políticas para incentivar la producción y el empleo en la ciudad de Buenos Aires.

La situación se agravó a partir de la escandalosa separación con Pampita, con acusaciones de infidelidades y de problemas en la convivencia, que agrandaron aún más las deficiencias en su actividad como funcionario público. “Tendría que renunciar o, al menos, tomarse una licencia. Esta situación está empezando a impactar en la imagen del gobierno de la ciudad”, admitieron en la sede del Ejecutivo.

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