Desde el penal de Miraflores, Edgar Bacchiani volvió a difundir una carta dirigida a quienes fueron sus inversores. En esta tercera edición -que envió de forma particular a este medio-, el titular de la extinta Adhemar Capital (AC) reitera su rechazó a las acusaciones de la Justicia sobre el presunto lavado de activos, negando a la vez haber emprendido un esquema de estafas piramidal. Es que, esgrime, las operaciones de la firma eran lícitas, más aún cuando las inversiones fueron para operar en el mercado de criptomonedas el cual está “desregulado”. Aparte, Bacchiani apuntó contra Alexis Sarroca, José Blas y el síndico Walter Andrada, acusándolos de birlar millones de pesos de Medialunas Calentitas desde que quedó preso hasta el cierre de la empresa gastronómica. En este marco, también rechazó tener testaferros.
Operatoria
En la primera parte de la misiva, Bacchiani afirma: “Todas las cartas que salen en los medios, son mías, (...) no hay nada inventado, ni tampoco estoy siendo guionado por mis abogados, como dicen algunos personajes nefastos”. Comenta que está enojado porque “hay personas del ámbito político-judicial-empresarial, muy molestos porque los expuse mediáticamente”, para sostener que “son personas que siempre supieron y saben que mi empresa, AC, es genuina, es legítima, con avales del Estado provincial y nacional para funcionar al público”. “Saben muy bien que generaba ingresos a través del trading en un mercado totalmente desregulado como lo es el de criptomonedas”, observa.
Así, aclara que no acusa ni señala a quienes fueron sus clientes “por la inversión que han realizado, sea bancarizada o no bancarizada, todo lo contrario, yo funcionaba apalancado por sus inversiones”. No obstante, explica que su enojo “es que desconozcan mi actividad, me denuncien por supuestas estafas que no realicé, me denuncien por lavado de activos, supuesto delito que en AC jamás existió, y que me denuncien por supuesto esquema piramidal asociado ilícitamente a otros y eso también saben que es una falacia”.
También reniega porque “quieren instalar que lavé activos con mi expansión comercial”. Sobre esto, esgrime que su patrimonio fue blanqueado, “demostrados y pagados ante los organismos recaudadores de impuestos; tal cual lo declaré ante el juzgado, o sea nunca tuve ni tengo nada que esconder”. Bacchiani reseña que las 18 propiedades, los vehículos, “el 30% de las acciones de Calentitas SRL, la ferretería Mi Viejo, (...) mis viajes, mis gastos personales y demás, lo hice con la mía”.
Justicia
En otro tramo de la carta, se dedica a cuestionar las actuaciones judiciales. Dice que “es increíble que después de 31 meses tenga que seguir detallando todo, pero lamentablemente el Ministerio Público Fiscal (MPF) y el Juzgado Federal siempre hicieron la vista gorda, jamás verificaron, ni constataron, ni lo van a hacer”, ya que “saben que si lo hacen se les cae el lavado de activos y, si eso pasa, no pueden proceder al decomiso, por ende, no se van a poder quedar con mi patrimonio, el cual constituí legítimamente”.
Considera que “es increíble también, cómo el Juzgado Federal y el MPF hayan tomado denuncias a granel por el lavado de activos y no exista al día de la fecha un simple testimonio por dicho motivo”. Evalúa como inconcebible que el fiscal Santos Reynoso “tomaba denuncias por supuestas estafas, también a granel, sin ningún reparo, sin ningún control”, para hacer hincapié “en las pericias caligráficas que jamás hicieron y que mi defensa legal pidió más de una decena de veces”. “Cómo no me voy a calentar, si lo único que hicieron en 31 meses es invertir la carga probatoria, vulnerar todos mis derechos, prohibir de estar con mis hijos, de verlos, de asistirlos (el chiquitín de 3 años sometido a tremenda cirugía que lo tiene todavía sin caminar y no me otorgan los permisos para cuidarlo), mi madre sumida en una profunda depresión y con su cuadro de salud deteriorado y sin asistencia”, remarca.
Luego, reitera que cuenta con 18 propiedades para esgrimir que los instrumentos de posesión “se encuentran en manos de los extorsionadores, o sea Carlos Correa, Joaquina Gandini y sus colaboradores (Lucas Retamozo, el síndico Walter Andrada, Alfredo Aydar, etc.)”. “No tengo testaferros”, resalta en el escrito para acotar que “siempre lo que adquirí fue a título personal”.
Medialunas
El Trader God se refiere a Medialunas Calentitas para recordar que “el pasado año denuncié ante el MPF federal que Sarroca y Blas estaban vaciando el negocio”. Allí rescata al encargado de la empresa gastronómica, quien declaró como testigo: “El asunto es que declara que entre las 3 sucursales facturaban $1.000.000 por día, o sea que desde abril/21 hasta abril/24 (desde mi detención hasta el cierre de los locales), facturaron $770.000.000 según ‘estados contables’”, señala Bacchiani para acotar: “Jamás quedó dinero, solo dejaron juicios, embargos, deudas impositivas”.
Domiciliaria
En otro segmento, Bacchiani dice que no está en contra “de que Blas esté en su casa, tiene que cuidar a su hijo”, aunque sí le parece “bastante extraña” la domiciliaria de Sarroca porque “dice estar deprimido”. En cuanto a la excarcelación de Retamozo, cuestionó el argumento de que “dice que es el sostén de sus hijos” porque “no vive con sus hijos”. Así las cosas, sentencia: “En definitiva mi pedido de domiciliaria es para atender y asistir a mi madre y a mis hijos y obvio necesito que me autoricen a generar ingresos, los cuales en gran parte serán para cancelar los contratos con ustedes, mis inversores”.