El presidente Javier Milei prepara una nueva estrategia territorial con el objetivo de mantener presencia política en el interior del país tras las elecciones legislativas. Según confirmaron fuentes oficiales, el mandatario tiene previsto visitar una provincia por mes y evalúa la posibilidad de realizar reuniones de Gabinete fuera de la Casa Rosada, en distintas capitales provinciales.
La iniciativa surge de un balance interno realizado por el equipo de campaña luego de los comicios en los que La Libertad Avanza (LLA) se impuso en 15 distritos y alcanzó un 40,6% de los votos a nivel nacional, consolidando su posición como principal fuerza política del país.
"Queremos que siga en contacto con la gente del interior y que no pierda pie en el territorio. La idea es que agradezca el voto", explicaron fuentes cercanas al presidente. Desde la Casa Rosada aclararon, sin embargo, que no está previsto que Milei mantenga reuniones con gobernadores durante sus viajes, sino que participará de actividades con la militancia, recorridas y eventos locales.
Entre las primeras provincias que figuran en la agenda presidencial se encuentran Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Entre Ríos y Chaco, distritos en los que el oficialismo obtuvo entre el 40% y el 50% de los sufragios. En cada una de esas visitas, Milei prevé estar acompañado por parte de su equipo ministerial y dirigentes partidarios, con el objetivo de reforzar la estructura libertaria en el territorio.
El plan fue analizado en una reunión estratégica encabezada por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el asesor Santiago Caputo, junto con Pilar Ramírez, coordinadora de los jefes de campaña provinciales, y los colaboradores Sharif Menem, Santiago Oría e Iñaki Gutiérrez, entre otros.
Durante el encuentro, que tuvo lugar el martes, los equipos realizaron un repaso detallado de la campaña y de los resultados por distrito. Aunque el clima fue descripto como "calmo", surgieron diferencias en la lectura política de los comicios y en las estrategias de comunicación para la próxima etapa.
El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y el subsecretario de Gestión Institucional, Eduardo "Lule" Menem, no participaron del cónclave, aunque mantuvieron previamente una reunión privada con Karina Milei para intercambiar opiniones sobre el desempeño electoral.
Uno de los temas centrales del análisis fue el cambio discursivo del presidente en las últimas semanas. Según revelaron fuentes de su entorno, Milei moderó su tono respecto de la situación económica y social del país, y decidió enfatizar el mensaje del "esfuerzo" por encima de las declaraciones en las que se autodefinía como "el mejor gobierno de la historia". Esta modificación, explicaron, fue una recomendación directa de su mesa chica, que considera necesario adaptar el discurso a las demandas sociales y al contexto económico.
Sin embargo, no hubo consenso sobre la estrategia en las provincias gobernadas por referentes anti-kirchneristas. Los allegados a Karina Milei cuestionaron a los equipos de Santiago Caputo por los errores en las proyecciones de encuestas y los resultados obtenidos en Neuquén, Córdoba y Santa Fe, aunque reconocieron aciertos en Santiago del Estero.
Desde el sector de Caputo respondieron señalando que la falta de acuerdos con gobernadores dialoguistas perjudicó la capacidad legislativa del oficialismo y afectó la estabilidad política en los meses previos a las elecciones. "Las decisiones de no negociar impactaron en el Congreso y en la economía. Si sumamos nuestros votos con los de los gobernadores afines, la foto sería mejor", sostuvieron fuentes cercanas al consultor.
Con este nuevo esquema, Milei busca reforzar su vínculo directo con la base libertaria y proyectar una imagen de liderazgo activo en todo el territorio nacional. La intención, según admiten en su entorno, es combinar la gestión con la militancia, sin depender de estructuras provinciales tradicionales ni de alianzas políticas con los mandatarios locales.